Los primeros de Filipinas

Puerto Gelves acogió un tributo marinero a Elcano y su tripulación, los protagonistas de la primera circunnavegación terrestre.

el 25 sep 2010 / 19:13 h.

El puerto de Gelves fue protagonista en el homenaje a la nave Victoria.

El río Guadalquivir olía otra vez a clavo, como si la nave Victoria, el primer barco que dio la vuelta al mundo hace casi cinco siglos, regresara a sus orillas, con sus 524 quintales de esta especia y sus 18 héroes a bordo. Incluido Juan Sebastián Elcano. Pero esta vez ese aroma provenía de las velas bien colocadas y encendidas por todo el recinto de Puerto Gelves, lugar elegido por la Hermandad de Mareantes del Sur para celebrar la segunda edición de Laurel al Mar.

El homenaje al paso de la tripulación por el río Guadalquivir comenzó con una pequeña reseña histórica de los primeros de Filipinas. Una vez terminó, irrumpió en el escenario un caballero con ropajes del siglo XVI. Entre sus manos custodiaba un pergamino, que desenrolló para comunicar, como buen vocero, que el acto a orillas del Guadalquivir se hacía "en honor a estos hombres [Elcano y los suyos] para mayor gloria de España", no sin antes recordar que fueron los primeros en demostrar que la Tierra era redonda. Así, recitó uno por uno los nombres de las 18 personas que sobrevivieron a una travesía que iniciaron 256 marineros, comandados por el portugués Fernando de Magallanes.

Cerca de una placa con el lema del escudo de armas de Elcano, Primus circumdedisti me (fuiste el primero que me diste la vuelta), la hermandad aparcó la historia un momento para honrar a aquellas entidades que mantienen ese espíritu marinero en la actualidad.

El primero fue el grupo de actividades subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS), por "una labor que pocos reconocen como es la búsqueda de fallecidos en el río", como apuntó el presidente de la entidad, Francisco Rodríguez. Y para ello regresaron a Puerto Gelves, el lugar que hace año y medio fue centro de operaciones desde donde se inició la búsqueda del cuerpo de Marta del Castillo. Tras ellos, también se homenajeó el trabajo de la Policía Nacional adscrita a la Junta de Andalucía.

La hazaña de Juan Sebastián Elcano y sus hombres regresó de golpe cuando se hizo la entrega honorífica a la Fundación Nao Victoria, otra entidad embarcada en la tarea de no olvidar a aquellos que llegaron al puerto de Sevilla aquel 8 de septiembre de 1522 después de dar la vuelta al mundo. Tanta es la cercanía con Mareantes del Sur, que en la última aventura de la Fundación Nao Victoria, la del viaje a la exposición universal de Shangai , la primera metopa del galeón Andalucía fue cedida por esta hermandad marinera.

El río pedía un homenaje más y mucho más cercano al sentir de los pueblos ribereños del Aljarafe. Y así llegó el turno de Juan Camacho Aznau, alias El Mani, marinero de agua dulce que lleva a gala que todo lo que ha aprendido ha nacido en la orilla del río Guadalquivir. Patrón de barco de Coria del Río, ha tenido que esperar a su vejez para recibir un premio por su incansable labor. "Es una persona que nunca ha dejado a su río", dijo Rodríguez.

La tarde se agotaba y llegaba la hora del último tributo a Elcano y su tripulación. Todos los asistentes, que recibieron instrucciones antes de iniciar el acto, se fundieron en un canto, una salve marinera, mientras los organizadores arrojaban 18 clavos, uno por cada superviviente, al río. Y tras ellos, cada asistente lanzó una ramita de laurel por aquellos que fueron los primeros de Filipinas.

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