El Gobierno pondrá a examen los productos dietéticos. El Ministerio de Sanidad dio ayer luz verde a una norma que permite que los productos que complementan las dietas médicas bajas en calorías lo especifiquen en sus etiquetas, pero sólo si las empresas fabricantes aportan "evidencia científica" que lo justifique.
A partir de ahora podrán esgrimir que disminuyen la sensación de hambre o que aumentan la percepción de saciedad, siempre que las compañías aporten pruebas que lo demuestren y que la redacción se entienda por el consumidor. La evaluación corresponderá a la Autoridad de Seguridad Alimentaria Europea, mientras se mantiene la prohibición de anunciar el ritmo o la magnitud de la pérdida de peso para evitar conductas inadecuadas.
La medida forma parte de una batería aprobada por el Consejo de Ministros, que promueve la protección de los consumidores en relación con productos y materiales en contacto con alimentos.
La autorización sobre los complementos dietéticos, la actualización de requisitos de composición de preparados para lactantes y la incorporación de los avances científicos en la fabricación de materiales en contacto con alimentos, son los tres reales decretos aprobados por el Gobierno.
El mayor conocimiento científico ha permitido aumentar las garantías de los preparados para lactantes y recogerlas en una reglamentación técnico-sanitaria modernizada y acorde con la normativa europea. Mediante este real decreto se establece la definición de dichos preparados y sus requisitos de composición, publicidad e información de puesta en el mercado. Entre sus grandes novedades, fija las cantidades máximas o mínimas y el contenido en proteínas, en función de las necesidades nutritivas.
Además, el Gobierno aprobó una lista de sustancias permitidas para fabricar materiales y objetos plásticos para aumentar la seguridad alimentaria. Los plásticos son materiales para envases que más se utilizan en la industria alimentaria y el contacto entre éstos y los alimentos hacen posible la transferencia de sustancias.
