Cultura

Los profetas del canto gregoriano

La afición por la música siempre depara sorpresas. De forma callada, la Schola Cantorum In Caena Domini lleva 18 años defendiendo el canto gregoriano en Sevilla. Este fin de semana harán oír sus voces en el imponente Monasterio de los Jerónimos de Lisboa.

el 14 sep 2009 / 22:50 h.

La afición por la música siempre depara sorpresas. De forma callada, la Schola Cantorum In Caena Domini lleva 18 años defendiendo el canto gregoriano en Sevilla. Este fin de semana harán oír sus voces en el imponente Monasterio de los Jerónimos de Lisboa.

Llegaron incluso antes que los monjes de Silos. Cuando aquellos hacían caja con sus discos y el boom del canto gregoriano conquistaba las horas de relax de los melómanos, el coro sevillano In Caena Domini ya llevaba varios años divulgando uno de los grandes tesoros de la cultura occidental. "Es una música trascendente y maravillosa, desgraciadamente tras el Concilio Vaticano II se prefirieron las canciones populares y la guitarritas al latín", dice con tono crítico el director de la formación, Antonio García Herrera.

Para reivindicarlo están ellos, un grupo de antiguos alumnos salesianos, muchos de ellos con estudios en el Seminario, que un buen día decidieron reunirse para pasar las horas cantando unas melodías con más de 2.000 años de antigüedad. Fue el Jueves Santo de 1990 en el Convento de la Paz -sede de la hermandad de La Mortaja- cuando estos hombres entonaron sus primeras frases. "Casi toda nuestra actividad se mueve a través de las iglesias y las hermandades, apenas nos quedan templos por visitar", dice su director.

"Nunca hemos tenido afán de ser profesionales", reconoce. Sin embargo, leyendo su historial, la modestia parece embriagar las palabras de Antonio García. Innumerables recitales en Sevilla, conciertos en ciudades de toda España y sustanciales visitas a capitales europeas... "De acuerdo, quizás nos falte un director de marketing, no nos sabemos vender y en ese sentido no tenemos apenas contacto con la administración y el poco que hemos tenido no se ha traducido en apoyo", reconoce.

Así, casi de puntillas y en voz baja, el coro In Caena Domini puede presumir -aunque no lo hace- de ser la formación vocal con más actividad de cuantas existen en la ciudad. Tienen su propio año académico y superan la veintena de programas anuales. Y todo ello con una actitud militante. En los atriles: canto gregoriano. "Aunque lógicamente se relaciona con los católicos, ésta es una música tan bella que puede interesar y gustar a cualquiera con inquietudes culturales", dice el maestro del coro.

Superado el espejismo del éxito de los monjes de Silos, los miembros de In Caena Domini defienden con sus voces una música que ensayan en la soledad del Salón de Actos del Colegio Salesianos de Triana. "Cada viernes por la noche allí nos encontramos para cantar", afirma Antonio García, quien sí que lanza un órdago a todos aquellos que quieran sumarse al proyecto: "Estamos abiertos a cualquiera, sólo precisamos que tenga buen oído y buena voz", asevera. Y aunque por ahora los candidatos no son muchos, los 24 miembros del coro sobran y bastan para mantener un potente instrumento "de defensa del latín y el gregoriano".

Quizás algunos se animen cuando vean las conquistas del grupo. Y es que esta noche faltarán al ensayo. Harán rabona para cumplir con otra obligación, la que les ha encomendado un festival de música lisboeta. Este fin de semana, el Monasterio de los Jerónimos -una de las joyas de la capital lusa- recibirá a estos artistas del verbo romano.

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