Gracias a la llegada de extranjeros, los pueblos y capitales de provincia de la costa mediterránea española de más de 50.000 habitantes, han visto incrementada su población, de manera excepcional, en los últimos cinco años.
Así lo constata el Anuario Económico de España 2008, publicado por La Caixa, que analiza la evolución de la población española entre los años 2002 y 2007 en estas ciudades.
Según las conclusiones de este informe, 19 de los 32 municipios que mayor tasa de variación de su población registraron en este periodo pertenecen al litoral del Mediterráneo, mientras que sólo cuatro están ubicados en la costa atlántica y el resto son del interior de la península.
Pese a que esa es la radiografía media del municipio español que más aumentó su población, las que presentaron un mayor indicador fueron sin embargo dos localidades de Madrid, comunidad en la que se encuentran otros cuatro pueblos con un alto crecimiento de habitantes.
Se trata de Rivas-Vaciamadrid, que creció un 66,6% en este quinquenio, y Valdemoro, que se incrementó un 55,7%, así como Las Rozas, Parla, Majadahonda y San Sebastián de los Reyes, en estos últimos casos con subidas menos significativas.
No obstante, la mayor parte de los municipios se concentran en el arco mediterráneo, especialmente en la malagueña Benalmádena, Roquetas de Mar y El Ejido, ambas en Almería.
Torrevieja, Mijas, Orihuela, Estepona, Torremolinos, Gandía o Fuengirola son otros de los municipios mediterráneos que más crecieron en este tiempo.
Con más de 50.000 habitantes, sólo tres capitales de provincia experimentaron variaciones importantes de población: Girona, Tarragona y Cuenca.
En la mayor parte de estos casos fue determinante la población inmigrante, ya que, de los 32 municipios que más subieron en número de habitantes, en 17 de ellos la aportación de otros países fue superior a la nacional.
Así ocurre, por ejemplo, en El Ejido, donde los extranjeros que se asentaron son seis veces más que los españoles, y Orihuela, donde llegaron catorce veces más inmigrantes que nacionales.
En concreto, en este tiempo llegaron a España 2,5 millones de extranjeros, que decidieron irse a vivir fundamentalmente a comunidades como Murcia, la Comunidad Valenciana, Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña y Madrid.
Son también las mismas autonomías donde más varió la población en términos relativos, con incrementos que van del 13,5% registrado en Murcia al 10% que obtuvo de Madrid.
Pero no todos los datos fueron positivos, frente a las cifras de aumento, algunas capitales de provincia y municipios de más de 50.000 habitantes decrecieron en estos cinco años en su número de habitantes.
Cádiz, Granada, Ourense, Santander, Sevilla, Valladolid, León, Bilbao y Salamanca son las capitales que han bajado su población, en una horquilla que se mueve entre el -5,6% y el -0,1%.
