Esto es lo que dice de sí mismo cuando se le pregunta: «Hola, soy Gerardo. Tengo 32 años. Soy sevillano de adopción, como la niña de la Pantoja, el salmorejo y el Burger King de la Campana. Mi familia es de Fuenteovejuna. De donde todos a una. Le hicieron un buen escrache al que mandaba allí. Me dedico a escribir en medios. Que soy pobre, vaya».
¿Qué cambiarías de Twitter? El nombre. Yo lo simplificaría. Lo llamaría Tuite, o Tuiter, si nos queremos poner muy finos o vivimos de Despeñaperros para arriba.
¿Qué cambiarías de España? Alguien dijo que España era el principal problema de los españoles. Pues eso.
¿Qué cambiarías de Sevilla? Pondría más farolas fernandinas. Por todos lados. En vez de semáforos, farolas fernandinas con colores. Zoido sería feliz.
¿Qué cambiarías de ti mismo? La cuenta del banco.
¿Qué cambiarías de los periódicos? Me gustaría que los periodistas mandaran en los periódicos.
¿Qué no dirías jamás en las redes sociales? Lo mismo que no digo fuera de ellas. No hay tanta diferencia entre opinar en tuite (hemos dicho que lo llamaríamos así) y en la calle.
¿Cuál ha sido tu mejor tuit? Con el lío de la sucesión de Juan Carlos y Felipe, escribí uno que me hizo gracia a mí mismo: «A Elena se lo están explicando con muñecos».
¿Y el último con el que te reíste? ¡Uf! No sabría decirte uno. Hay mucha gente muy buena y creativa ahí que merece la pena.
¿A qué te dedicas cuando no tuiteas? Trabajo en temas relacionados con la comunicación.
¿Y cuándo tuiteas? A todas horas. ¿Los pasos saliendo por el centro de Sevilla? Que da igual que sea lunes, sábado, mañana, noche, abril o enero
Pues igual.
¿Cómo quitarse uno de las redes? Yo creo que ya es tarde. Ya lo tenemos jodido. El otro día me dice un vecino por la mañana: «Buenos días», y le digo: «Me gusta».
¿Cómo empezar en las redes? Con parches de esos que se ponen los fumadores que quieren dejarlo, pero con wifi en vez de nicotina, me imagino.
Cosas que no soportas de la vida. Madrugar, los grupos de wasap y que se me acabe el Nesquik. El resto lo voy llevando más o menos con paciencia.
Un puñetazo sobre la mesa. David Bustamante sigue 14 años después de Operación Triunfo sacando discos. Ya vale, ¿no? La libertad de expresión debería tener sus límites.
¿Qué no debería decirse nunca en un tuit? Cosas que pretendan hacer daño. Sobre todo a la gente que lo pasa mal.
¿Qué no debería decirse nunca a la cara? Pues eso mismo.
Tu refrán preferido. åHay muchos. El refranero popular español es genial. Eran los tuits de cuando no había internet. Ni falta que les hacía.
¿Qué hacemos con el Gobierno? Pedirle que gobierne un ratito para nosotros y no todo el rato para Botín y Florentino.
¿Qué hacemos con el planeta? Sobre todo, no volver a dárselo a Juan Manuel de Prada ni a Lucía Etxebarría. Por favor. Y el otro planeta, cuidarlo mucho.
¿Con qué sueñas? El otro día soñé que le partía una pierna a Ted Mosby jugando al futbito. Han sido demasiadas temporadas de Cómo conocí a vuestra madre.
¿Con quién te enfadas más en esta vida? Todos los días me enfado mucho con el telediario. Con quienes lo cocinan.
¿Yqué más te enfada? La gente que trata a otra gente sin respeto. Los maleducados. Quienes creen que deben tener más derechos que el resto.
Te enamora... La gente que es buena gente.
¿Qué te hace libre? ¿A qué huelen las nubes? ¿A qué huelen las cosas que no huelen? Tsum, tsum
¿Qué está pasando con el trabajo? La Virgen del Rocío, que se lo han encargado a la pobre, no da con la tecla. Hablando de trabajo, ¿me ficháis para El Correo?
¿Cómo arreglas la economía española? Vámonos al bar con una cerveza y te cuento. Pero te doy una pista: cerrando hospitales y colegios no es.
¿Y los políticos españoles? ¿Tienen arreglo? Ellos arreglo tienen, a ellos les va bien. Igual los que nos quedamos sin arreglo somos nosotros como ellos sigan arreglándose lo suyo.
