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Los restos que la Policía atribuyó a roedores son huesos y dientes de niños

Interior admite que en la hoguera de la finca del padre, José Bretón, analizada dos días después de saltar el caso, podrían haber sido calcinados Ruth y José.

el 27 ago 2012 / 18:40 h.

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"Es como si fuera un horno crematorio". Una placa de metal, posiblemente una mesa, hábilmente colocada elevó la temperatura de aquella hoguera a más de 800 grados centígrados. El fuego pulverizó cualquier material genético. Complicado extraer muestras de ADN. La Policía solo halló cenizas y algunos restos óseos que identificó como de animales, posiblemente "roedores", escribió en el informe. La elevada temperatura que haría falta para calcinar a dos niños sin dejar rastro llevó a la Policía Científica a descartar, a las 48 horas de saltar el caso, que ahí hubieran muerto Ruth y José, desaparecidos en Córdoba hace casi un año. Diez meses después quedan desacreditados. Ahora dos informes forenses, uno de ellos encargado por la familia, certifican que son huesos y dientes de niños . Edad: seis años.

El presunto crimen podría haber sido perfecto. Sin rastro. Pero la madre de los pequeños nunca se fió y pidió un contrainforme a un antropólogo privado que terminó por desmontar la investigación policial. El padre, José Bretón, en la cárcel, ha sido siempre el principal sospechoso. El juez que instruye el caso destacó en el sumario que el acusado había comprado 140 litros de gasoil y dos cajas de pastillas relajantes de Orfidal y Motiván. Bretón dijo que había hecho aquella hoguera como una pira de su fracasado matrimonio, donde quemas ropas, objetos y cartas de su convivencia con la madre de sus dos hijos.El Ministerio del Interior evitó ayer una confirmación tajante y el juez que instruye el caso de la desaparición de los niños ha pedido nuevas comprobaciones. Se pide prudencia pero la peor de las hipótesis posibles parece confirmarse después de un año de dolor y sufrimiento para los familiares, sobre todo para Ruth Ortiz, la madre de dos niños de 6 y 2 años. Y lo peor es que la Policía tuvo en su mano la resolución del caso solo dos días después de que se denunciara la pérdida."Asesino", "rata". Las pintadas decoraron la puerta de la finca de Las Quemadillas, rastreada en cada metro cuadrado por los investigadores. El vuelco del caso ha sido brutal. El ministro del Interior compareció en rueda de prenas para explicar la investigación realizada en todo este tiempo así como las novedades de los últimos días. En la sala estaban presentes el Director General de la Policía, Ignacio Cosidó; el director Adjunto Operativo, Eugenio Pino; el comisario jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía (UDEV), Serafín Castro, pero no había ningún representante de la Comisaría General de Policía Científica. El ministro confirmó la existencia de un tercer informe finalizado el pasado 22 de agosto y elaborado por el doctor José María Bermúdez de Castro, uno de los investigadores de Atapuerca. Según dijo Fernández Díaz, "uno de los mejores del mundo" en la materia. El tercer informe sostiene que los restos de las Quemadillas son de un menor de 6,22 años de edad , "con un margen de error de +-43 días". Este trabajo fue encargado por la propia Policía Nacional apenas unos días después de tener conocimiento de que un investigador independiente contratado por la familia, el doctor Francisco Etxeberria, también había determinado en otro informe realizado el 18 de agosto que los restos de la hoguera encontrada en la finca de las Quemadillas eran "humanos inmaduros", aunque sin determinar la edad de los mismos.

Este informe fue encargado por la familia hace aproximadamente dos meses, según fuentes de Interior. La madre de los niños dudaba del primer informe policial (elaborado en noviembre de 2011), que determinó que eran restos de pequeños animales.
El ministro defendió que la Policía ha estado trabajando todo este tiempo y que siempre pensó que los niños no habían salido nunca de la finca familiar pese a haber investigado otras líneas de investigación. Los agentes de la Policía gracias a los registros telefónicos del padre de los niños peinaron todos los bosques en los que estuvo el adulto y también descubrieron una llamada telefónica a una compañía de adopción de niños en EE.UU.
Fernández Díaz insistió en varias ocasiones en que la hoguera en la que se han hallado los restos se prendió con la ayuda de una mesa metálica que hacía efecto de horno lo que elevó la temperatura entre los 650 y los 800 grados centígrados, según indican los informes. En ese sentido apuntó que a esa temperatura es muy complicado poder extraer ADN.

Tras estos nuevos datos el juez abrirá nuevas diligencias con el objeto de aclarar las contradicciones. Fernández Díaz, además, precisó que ayer mismo había recibido un nuevo documento de la Comisaría General de Policía Científica en el que, según fuentes del Ministerio, se detallarían los procedimientos de investigación del primer informe.
Interior tenía conocimiento desde hace días de estas novedades pero el juez -con el que habló por teléfono- había decretado el secreto de sumario de la causa. El ministro cargó contra la "filtración" de la propia familia que, según ha dicho, ha causado "malestar" en los investigadores.

Ruth y José desaparecieron el 8 de octubre de 2011 y tan sólo cinco días después, el 13 de octubre, fue relevado al frente de las investigaciones el jefe de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Sevilla, Manuel Piedrabuena, quien había dirigido la investigación en torno a la desaparición de Marta del Castillo.

Interior puso al mando de las pesquisas sobre los niños de Córdoba a Serafín Castro centralizando la investigación en Madrid. Meses después, en mayo, Piedrabuena también fue cesado en la Brigada Provincial ya actualmente es comisario en el distrito sevillano de Nervión.

José Bretón, el padre de Ruth y José, alega que "es totalmente falso e imposible" que en la hoguera pueda haber restos óseos de sus hijos. Lo niega todo, según su abogado, quien cree que Bretón en "su foro interno está convencido de que esos no son sus hijos, ni de que haya restos humanos".

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