Cultura

Los Secretos celebran 30 años de éxitos con grandes amigos

Treinta años dan para hacer muchas canciones y muchos amigos, entre ellos Manolo García o Joaquín Sabina, que en la noche del viernes acompañaron en la Plaza de Las Ventas de Madrid a Los Secretos en lo que fue un repaso a sus éxitos y un homenaje al artífice de muchos de ellos, el desaparecido Enrique Urquijo. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 16:38 h.

Cecilia Vega

Treinta años dan para hacer muchas canciones y muchos amigos, entre ellos Manolo García o Joaquín Sabina, que en la noche del viernes acompañaron en la Plaza de Las Ventas de Madrid a Los Secretos en lo que fue un repaso a sus éxitos y un homenaje al artífice de muchos de ellos, el desaparecido Enrique Urquijo.

"Son las canciones las que atraviesan el tiempo, no los grupos", aparecía impresionado en una gran pantalla al fondo del escenario. Y así lo demostraron Los Secretos en dos horas y media de concierto que arrancaba minutos antes de las diez, cuando todavía numeroso público aguardaba para poder entrar en una abarrotada plaza de toros.

En el año 1999 las drogas se llevaban la cavernosa voz de Enrique, pero el tiempo ha respetado su memoria, aquella a la que su hermano apelaba en el primer tema de la noche, Te he echado de menos y sus canciones, interpretadas ayer por un emocionado Álvaro que no podía ocultar la sonrisa tras su habitual quejumbroso rostro.

La ocasión lo merecía. Ante él tenía a un público variopinto, sobre todo a compañeros de quinta y jóvenes herederos de la música de sus padres, que desde el principio corearon temas como los conocidos Buscando, Pero a tu lado, La calle del olvido o Balsera.

Se trataba del primer tercio de un concierto que debía parte de su repertorio a los votos emitidos por los seguidores de la banda a través de su página web.

Para ellos iban dirigidas las canciones y por ello supieron perdonar, indulgentes, algún que otro fallo de Álvaro a la guitarra.

Un Servidor se ha equivocado de tono, ¿qué pasa?, fue más que suficiente para que, entre risas, el vocalista y guitarra de Los Secretos subsanara su error e iniciara la relación de complicidad con su público que marcaría toda la cita. El segundo tercio del concierto comenzaba con No digas que no. Los violines, violas y cellos de un octeto de cuerda acompañaron este tema, así como Hoy no, Qué solo estás y el éxito Ojos de gata, en el que, para regocijo de los presentes y de sus cámaras de fotos, subía al escenario al primer invitado de la noche, Miguel Ríos.

"Corría el año 80 y entrábamos en una compañía de discos con la cabeza gacha, cuando alguien nos dijo: 'arriba muchachos, la música es para toda la vida'. Esa persona era Miguel Ríos", explicaba Álvaro al presentar al cabecilla de un verdadero "desfile de amigos". "Y no amanece" fue el prólogo de la aparición de José María Granados, al que Los Secretos deben letras como la de Nada más, que sonó en Las Ventas antes de Otra tarde, junto a la joven cantante Conchita.

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