Los trabajadores de Banca Cívica se concentraron ayer ante las diversas sedes que la entidad posee en Sevilla y Pamplona para protestar por los planteamientos de la dirección de la entidad de cerrar 156 oficinas y la salida de 1.480 empleados, con el objetivo de cosechar un ahorro de 150 millones de euros.
La representación sindical presente en la mesa de negociación -CCOO, UGT, Sibac, ELA, LAB y CGT- convocó concentraciones ante las sedes de Cívica de Villasís, Sierpes, San Francisco y República Argentina en la capital hispalense, ante las que unos 150 delegados sindicales se concentraron.
Las fuentes sindicales apuntaron que la dirección mantendrá con ellos una reunión la semana próxima en la que "nos quieren dar datos". Asimismo, lamentaron que el pasado miércoles en el acuerdo sobre el convenio colectivo "los trabajadores aceptamos una congelación salarial para que no hubiera salidas traumáticas, pero al día siguiente nos colocan esta propuesta, incumpliendo lo que ellos mismos firmaron".
Además, advirtieron de los efectos de la propuesta en el grupo de empresas participadas y subcontratas, de manera que "hablamos de un volumen de empleo muy considerable".
Desde Banca Cívica aseguraron que las negociaciones de la mesa laboral, que se constituyó esta semana, "continúan" y que "no hay adoptada ninguna decisión definitiva al respecto", tras lo que se muestra "abierta al diálogo con los sindicatos" y apuntan que "cualquier decisión se adoptará en consenso con las representaciones sindicales". "Las negociaciones seguirán siempre respetando el marco de la mesa laboral constituida para desarrollar el proceso de negociación".
Por su parte, el consejero andaluz de Empleo, Manuel Recio, indicó ayer que la Junta "mediará" entre Cívica y los sindicatos para "si es posible" alcanzar la "mejor" solución al conflicto.
