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Los sindicatos reconocen a Arenas capacidad de gobierno y de diálogo

Era la foto más esperada del con- greso popular. Histórica, porque nunca antes los máximos dirigentes sindicales y empresariales se habían subido a la tribuna de un cónclave del PP. Javier Arenas saboreó ayer lo que Manuel Chaves está acostumbrado: poder contar con los secretarios generales de UGT y CCOO y el presidente de la CEA para intentar reforzar así la idea de que su partido es de centro.

el 15 sep 2009 / 12:06 h.

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Era la foto más esperada del con- greso popular. Histórica, porque nunca antes los máximos dirigentes sindicales y empresariales se habían subido a la tribuna de un cónclave del PP. Javier Arenas saboreó ayer lo que Manuel Chaves está acostumbrado: poder contar con los secretarios generales de UGT y CCOO y el presidente de la CEA para intentar reforzar así la idea de que su partido es de centro.

El discurso de Manuel Pastrana (UGT) y Francisco Carbonero (CCOO), como era previsible, no fue crítico con el Gobierno andaluz, pero ambos ofrecieron al líder del PP-A su "colaboración" para "negociar cuando corresponda". Un paso muy importante teniendo en cuenta que UGT es el sindicato amigo del PSOE y que sólo hace seis meses, Pastrana -en un acto con Cándido Méndez- pidió directamente el voto para Chaves.

Los sindicatos reconocieron de Arenas su capacidad de "diálogo" cuando era ministro de Trabajo en la etapa de Aznar -Pastrana evocó los acuerdos que cerraron juntos- y, sobre todo, destacaron que el PP es hoy "un partido con capacidad de gobierno en España" y que manda también en "muchos municipios de Andalucía". Arenas mantiene una relación cordial con los sindicatos andaluces. Éstos insistieron ayer en que esa relación se enmarca dentro de la "normalidad". Aunque es habitual que asistan a los congresos de la formación, lo novedoso es que intervinieran en el plenario. Sus palabras habían despertado muchas expectativas, como admitió Pastrana.

Los responsables de UGT y CCOO centraron sus discursos en analizar la crisis económica y apuntar posibles soluciones, pero su diagnóstico chocó con el del presidente de la CEA, Santiago Herrero. Carbonero aseguró que los remedios "no pueden ser coyunturales, sino de largo recorrido" y demandó un cambio en el modelo económico que deje atrás el ladrillo y el "consumo exagerado" y apueste por la "cualificación de los trabajadores". Hizo un "llamamiento" a los empresarios para que los "grandes beneficios que obtuvieron tiempo atrás los reviertan en un acto de responsabilidad social".

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