Un Real Madrid plagado de suplentes afronta la visita de un modesto repleto de ilusión, el Real Unión de Segunda División B, obligado a remontar el traspié de la ida, en un día marcado por el síncope agudo que sufrió Rubén De la Red. Mientras tanto, Diarra ha caído lesionado para dos o tres semanas y Van Nistelrooy se trata en Estados Unidos de su lesión.
El Real Unión aspira a obtener fruto definitivo de la monumental sorpresa que supuso su triunfo y aprovecharse del momento de incertidumbre y las dudas que genera el juego del conjunto blanco. El Real Madrid tiene que seguir remontando, como en su último compromiso liguero ante el Málaga, para mantener la vida en una competición, la Copa del Rey, en la que suele caer a las primeras de cambio en las últimas temporadas.
Es el momento de jugadores como Dudek, siempre a la sombra de Casillas, Metzelder o Saviola. El delantero argentino pide paso con hambre. "Si Schuster confía en mí, demostraré que puedo jugar en el Madrid", dijo en una entrevista a Efe en la que mostró sus ganas de brillar, por fin, en el conjunto blanco. Junto a estos jugadores, Schuster debe entremezclar a algunos de sus titulares por las circunstancias. Las lesiones y sanciones pueden provocar la titularidad de Cannavaro en la defensa, Sneijder en el centro o Raúl en ataque.
Ruud Van Nistelrooy viajó ayer a Estados Unidos para ponerse en manos del doctor Richard Steadman y decidir si debe pasar por el quirófano para solventar sus problemas de menisco, en un día en el que la resonancia magnética realizada a Diarra confirmó su lesión muscular que le apartará "entre dos y tres semanas", según notificó el parte médico madridista.
Van Nistelrooy, baja los dos próximos meses, desea ser supervisado por el doctor Steadman, que le operó cuando sufrió una importante lesión en la misma zona en el año 2000.
