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Los toreros volvieron a ser los grandes ausentes

XXIII Trofeos Doctores Vila. Adame y Silveti no recogieron los premios del equipo médico.

el 09 abr 2013 / 23:39 h.

La imagen de los premiados. / J. M. Espino (Atese) La imagen de los premiados. / J. M. Espino (Atese) Se comentaba y se lamentaba en los corrillos: los toreros no pueden fallar en estos actos que se erigen como la antesala de los días de toros que comienzan hoy. Los diestros mexicanos Joselito Adame y Diego Silveti tenían que haber sido los protagonistas de la XXIII edición de los trofeos que llevan el nombre de los doctores Ramón Vila Arenas y Ramón Vila Jiménez, padre e hijo y sucesivas almas de la enfermería ejemplar que ahora dirige Octavio Mulet. El cirujano jefe presentó los premios haciendo un homenaje “al toreo mexicano” en un acto que volvió a elegir como escenario el restaurante Río Grande. Pero el toreo mexicano quedó a demasiados kilómetros de la orilla del Guadalquivir. Ramón Vila, triunfante de una cornada de la vida que le ha tenido en vilo, no pudo disimular su decepción aunque disculpó a Joselito Adame, ganador del trofeo correspondiente al quite artístico por encontrarse inmerso en plena temporada azteca. Tal y como detalla el acta del jurado, el joven diestro se hizo acreedor del premio “por el quite instrumentado por zapopinas el pasado 16 de abril a un toro del Conde de la Maza”. Pero el veterano cirujano de San Juan de la Palma y todo el equipo médico se quedó esperando a Diego Silveti aunque el empresario Jesús Rodríguez de Moya, en su nombre, recogió el trofeo apuntalando su ausencia “por unos compromisos contraídos en México” y haciendo votos para que ese galardón se convirtiera “en un acicate para la temporada española”. Ramón Vila también tuvo palabras para el hijo del recordado Rey David añadiendo que “le iba a decir que era la primera vez que íbamos a entregar el trofeo a la misma persona que había hecho y recibido el quite” –Silveti se quitó de encima al toro con un hábil muletazo a punto de ser cogido– pero esta vez tampoco pudo ser.

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