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Abandonan el encierro en la Delegación los trabajadores de la base de Móron

Renunciaron al encierro por el "desgaste" de unos trabajadores tras más de un mes y medio luchando contra su despido.

el 10 sep 2014 / 17:51 h.

Una de las protestas de los trabajadores de la base de Morón. / Javier Díaz Una de las protestas de los trabajadores de la base de Morón. / Javier Díaz Sobre las 21,30 horas de este miércoles los trabajadores afectados  por el nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) promovido por  'Vinnell-Brown & Root Spain'(VBR), la sociedad que gestiona los  servicios civiles de la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla),  para las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa, han abandonado  el encierro que comenzaron esta mañana en la Delegación territorial  de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, después  de que finalizara sin acuerdo el último encuentro del periodo de  consultas del nuevo ERE. En declaraciones a Europa Press, José Armando Rodríguez (UGT),  presidente del comité de empresa de VBR, ha explicado que los  trabajadores que habían tomado la determinación de encerrarse en la  Delegación han tomado la decisión de renunciar a esta iniciativa,  después de que haya sido por una asamblea de la plantilla celebrada  por la tarde y por el "desgastes" de unos trabajadores tras más de un  mes y medio luchando contra su despido. Rodríguez ha manifestado que, a la espera de que este jueves se  cumpla con la formalidad de concluir la documentación del ERE, los  trabajadores confían en la Justicia y en que ésta declare nulo este  nuevo expediente. "Visto que el Gobierno de España no ha sido capaz  de convencer al Gobierno de Estados Unidos para evitar los despidos,  solo nos queda la vía judicial, que es independiente", ha criticado. Recuerda que el comité de empresa que preside logró que el  Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) declarase no  ajustados a derecho los 66 despidos del ERE de 2013, lo que da  derecho a los trabajadores afectados a indemnizaciones de 45 días de  sueldo por año de servicio y un tope de 42 mensualidades, si bien la  sentencia ha sido recurrido a la búsqueda de la nulidad de los  despidos. El periodo de consultas, y por ende la negociación, ha acabado  "sin acuerdo" tras una última propuesta de la empresa sencillamente  "insultante". "Ofrecían 6.000 euros lineales a cada uno de los  afectados, además de las indemnizaciones de 20 días de sueldo por año  de servicio con un tope de 12 mensualidades --lo mínimo que permite  la legislación laboral, para evitar que fuésemos a juicio. Es  insultante", ha dicho. Rodríguez reconoce que la empresa puede ahora comenzar a consumar  los 55 despidos planeados, aunque ha manifestado que VBR no ha  aclarado aún cuándo hará efectivo este nuevo despido colectivo, el  tercero que sufre la plantilla española de la base de Morón desde  2010. EL CONFLICTO DE LA BASE     Como muestran las hemerotecas, la empresa gestora de los servicios  civiles de estas instalaciones militares ya promovió a finales de  2010 un primer expediente de regulación de empleo "por causas  organizativas", para extinguir 286 de los 594 puestos de empleo  sujetos entonces a tales servicios. Durante la negociación, la  compañía y el comité de empresa acordaron reducir a 150 el número de  despidos, pero la destrucción de puestos de trabajo quedó después  rebajada a 119 personas al ser descubierto que 31 de los trabajadores  incluidos en el ERE habían causado ya baja en la empresa, extremo que  por cierto investiga el Juzgado de Instrucción número 15 de Sevilla. Ya en 2013, un año en el que Estados Unidos decidió ampliar su  presencia militar en la base de Morón de la Frontera con el  despliegue de 500 infantes de marina y ocho aeronaves, la empresa  promovió un nuevo ERE. En esta ocasión no medió acuerdo alguno y en  septiembre, 'VBR' consumó el despido de otros 66 trabajadores, toda  vez que pocos meses después, Estados Unidos ampliaba aún más su  presencia militar en Morón para sumar 850 infantes de marina y 17  aeronaves en estas instalaciones. EL TERCER ERE  Los trabajadores de la base, en ese sentido, avisaban de una  estrategia predeterminada para reducir la plantilla española de las  instalaciones castrenses y sustituir así a los empleados españoles  por personal estadounidenses o directamente marines. Ya entonces, los  representantes de la plantilla manifestaban su temor ante la  posibilidad de que VBR promoviese un tercer ERE para que, en  conjunto, los despidos colectivos se acercasen al número de puestos  de empleo que la empresa pretendía extinguir a través del primer  expediente de regulación de empleo, es decir 286.

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