El único grupo ecijano se ha colado en la final del concurso de carnaval. La chirigota Al pan, pan y al vino... albino, la única murga local en el IX certamen de grupos carnavalescos. Aunque quieren ser optimistas, opinan que la fiesta en la ciudad está "hundida".
El carnaval de Écija tiene 22 años de vida y está "muy mal", según los miembros de esta chirigota, formada por ecijanos con edades comprendidas entre los 16 y los 28 años. "Es muy difícil levantarlo porque no hay gente", resume Jesús Montero, que toca el bombo en un grupo que este año actúa con un tipo de pintores albinos de brocha gorda.
"En lo que llevamos de concurso, en el teatro ha habido poquísima gente", se queja el joven carnavalero. "Hay mucho carnavalero de boquilla", matiza el director de la chirigota, Miguel Alcántara, "que se reúnen en corrillo y hablan del carnaval y de que hay que arreglarlo, pero se quedan ahí. Si quieres hacer algo por el carnaval ve al teatro y a los barrios a ver actuar a los grupos", recomienda Alcántara, que pide "menos charla y más ayudar al carnaval y los grupos".
Mejor dicho al grupo, porque estos pintores albinos son los únicos que ya quedan con ganas de subirse a las tablas del teatro municipal. Hay otra chirigota, Los Ciprianos de Bergerac (conocidos por haber animado a la selección de fútbol de España, como Los Pachanguita, dentro de la campaña de una empresa privada en los mundiales de 2006), que no han concursado en Écija pero sí en los concursos de otros municipios.
Esa chirigota no actúa en Écija "pero sí está yendo a los barrios", tercia Alcántara, que entiende que esa es otra forma de apoyar un carnaval que Juan Pliego, otro de los miembros de Al pan, pan y al vino... albino, considera "hundido" por la escasa respuesta de los vecinos.
Este Juan Pliego es hijo de otro Juan Pliego, figura destacada en los primeros carnavales de Écija, a finales de los años 80 del pasado siglo. Juan Pliego padre llegó a ser presidente de la Asociación Ecijana del Carnaval, creado por los carnavaleros ecijanos para organizar la fiesta, que ha cambiado mucho de un siglo para otro.
"Es muy deprimente que el carnaval de una ciudad como Écija, con 40.000 habitantes, esté como está", lamenta Pliego hijo. "Habremos cien personas que nos gusta el carnaval y lo seguimos, pero otros 800 se van a Cádiz y no quieren saber nada del carnaval de aquí", dice, y reclama "un poquito de respeto".
Miguel Alcántara le quita algo de hierro al asunto. "Carnaval queda todavía, al menos hasta el 28 de febrero", bromea, y defiende el concurso de grupos, al que muchos consideran la causa de que el número de grupos ecijanos haya bajado de veinte a dos. "Se hizo buscando la calidad, lo que hace falta es que la gente se anime y tirar p´alante", zanja.
Por lo pronto, la chirigota de los pintores albinos pasaron el corte y anoche actuaron en la fila del concurso, con otros tres grupos de Sevilla y Córdoba.
