El FC Barcelona tiene una plantilla espectacular, probablemente la mejor del mundo hombre por hombre. Sin embargo el rendimiento del equipo azulgrana cada vez que salta al terreno de juego es una incógnita. La imagen de Ronaldinho es el claro ejemplo del final de un ciclo muy exitoso.
Futbolistas como Edmilson que sacan a la luz pública los problemas internos del vestuario, jugadores como Ronaldinho que se borran a la mínima que pueden, una subasta en los medios de comunicación sobre quién será el sustituto de Frank Rijkaard en el banquillo culé para la próxima temporada. Y todo esto con el equipo situado en la segunda posición de la Liga a cuatro puntos del líder, y en cuartos de final de la Champions League, donde se enfrentará un rival bastante asequible, el Schalke 04.
La pasada temporada finalizó sin ningún título en las vitrinas del Nou Camp, y terminar con las manos vacías en ésta sería un fracaso que conllevaría necesariamente una revolución en todos los escalafones deportivos. Porque una plantilla formada a base de talonario, con los mejores jugadores del mundo en cada puesto, no puede ofrecer un rendimiento tan irregular.
Ronaldinho ni está ni se le espera, Henry es una sombra del que deslumbró en el Arsenal, y otros como Deco no están implicados a sabiendas de su marcha inminente. Con lo cual, el peso del conjunto tiene que recaer en jugadores muy jóvenes como Messi, Iniesta y Bojan. Sólo Eto´o, cuando las lesiones o la Copa de África le han permitido estar al cien por cien, ha sido capaz de asumir el papel determinante que su equipo le demanda.
Durante algunas fases del campeonato el Barça ha pecado de falta de gol, coincidiendo con la baja del punta camerunés, aunque el sistema defensivo ha sido muy efectivo, el equipo menos goleado. Ya con Eto´o recuperado, la puntería no es un problema, pero en las últimas cinco jornadas ha recibido diez tantos.
Siguen vivos. Sin embargo, las dudas que se han generado durante todo el curso en el entorno culé, pueden ser disipadas de un plumazo en el último tramo. A falta de nueve jornadas para el final de la Liga, está a cuatro puntos del líder, el Real Madrid. Además, es el único equipo español que está en liza en la Champions League, pero recibió un palo tras la eliminación en semifinales de la Copa del Rey la semana pasada a manos del Valencia.
