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Los veladores ilegales del Centro serán retirados y destruidos en un vertedero

Urbanismo aprueba hoy un Plan de Inspección que contempla, entre otras medidas, ese castigo por "infracciones muy graves y reiteradas".

el 16 jul 2013 / 23:30 h.

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  Las inspecciones en los veladores se centrarán sobre todo en el conjunto histórico de la ciudad. Foto: Antonio Acedo Las inspecciones en los veladores se centrarán sobre todo en el conjunto histórico de la ciudad. Foto: Antonio Acedo La Gerencia de Urbanismo estrecha el cerco contra la proliferación de veladores ilegales en la ciudad. Si la ordenanza, que entró en vigor el pasado 28 de mayo, ya imponía nuevas restricciones a los hosteleros –la obligada delimitación del espacio a través de tachuelas o el cierre limitado a la una de la noche–, el nuevo plan de inspección en materia de disciplina urbanística que aprobará el Consejo de la Gerencia impone un castigo más: si cometen infracciones muy graves y reiteradas, corren peligro ya no de una multa, sino que Urbanismo tendrá la potestad de retirar los veladores y, si el establecimiento no abona el coste de la retirada en el plazo de diez días, irán directamente al vertedero. La reiteración de faltas es una de las causas, pero el plan de inspección urbanística también recoge otros supuestos catalogados como infracciones muy graves en la vía pública. Estas son, por ejemplo, si los veladores “merman las condiciones normales de accesibilidad”, se sitúan en zonas acústicamente saturadas, comporten “un riesgo para la seguridad de las personas” o supongan una afección al patrimonio protegido o al paisaje urbano. “En casos muy graves, reiteración, creación de barreras arquitectónicas o repetidas denuncias vecinales, tras ordenar la inmediata suspensión del uso y verificar su incumplimiento (...) se procederá a ordenar la retirada inmediata de los veladores de forma subsidiaria”, reza el documento, que añade que para ejecutar este plan hará falta suscribir un contrato con una empresa colaboradora y contar con la Policía Local, como agentes de la autoridad, para “el efectivo desalojo de las terrazas y retirada de los elementos e instalaciones”. Desde Urbanismo tienen claro que esa retirada no puede ser costeada con dinero público, sino que debe formar parte del castigo al establecimiento infractor. Para el pago de los costes de la retirada fijan un plazo de diez días que, de no cumplirse, se consideraría el material retirado “de deshecho para vertedero, sin perjuicio del inicio del procedimiento sancionador que proceda”. Cabe recordar que la ordenanza actual, vigente desde mayo, establece multas económicas que, en el apartado de las muy graves, oscilan entre los 6.000 y los 120.000 euros. El plan de inspección de disciplina urbanística, que no sólo atañe a los veladores sino también a las obras, publicidad y colocación de antenas, incluye un anexo donde se marca la relación de calles de actuación preferente. En el caso de los veladores, el trabajo de los inspectores se concentrará en los veladores del conjunto histórico y con actuaciones de una periodicidad mensual. “La inspección de oficio se priorizará en actuaciones sobre intervenciones en espacios urbanos protegidos, viario y espacios libres, por instalaciones de veladores o medios auxiliares de obra, e instalaciones publicitarias en vía públicay fachadas, así como instalaciones de telefonía móvil en cubiertas”, reza el plan, que en el caso de los veladores insisten en que la inspección se realizarán “por accesibilidad, existir reiteradas denuncias o ser zonas acústicamente saturadas”. Incluso indica que ya hay una serie de calles donde se centrará la actuación –el documento al que se tenido acceso este periódico no incluye el listado– y que “irán variando” conforme se vayan consiguiendo los objetivos de la eliminación de veladores en situación irregular. La inclusión de este apartado específico en el plan de inspección en matería de disciplina urbanística supone una vuelta de tuerca más en las exigencias que, de un tiempo a esta parte, está imponiendo el Gobierno municipal de Juan Ignacio Zoido a los hosteleros. La primera medida llegó con subidas de hasta 6% de media, en la tasa por uso de veladores, a lo que se sumó después la nueva ordenanza, que incluía como novedades un nuevo horario límite de cierre –una de la madrugada–, la delimitación con tachuelas de los veladores, la obligatoriedad de que la licencia esté expuesta en el exterior del establecimiento o la posibilidad de perder esta licencia en caso de reincidir en las sanciones. A todo ello, se incluye también la posibilidad de que los vecinos presenten denuncias telemáticas respecto a la ocupación de terrazas. La ordenanza municipal de veladores entró en vigor el pasado 28 de mayo, lo que alentó a la Gerencia de Urbanismo a intensificar su labor de vigilancia, como ya hiciera en diciembre y abril. El operativo especial inspeccionó 400 establecimientos del Casco Histórico y Triana, con un saldo de 27 actas por incumplimiento a bares. La Asociación de Hostelería se sustentó ayer en el bajo porcentaje de sanciones en esta campaña –no llega al 7 %– para demostrar que el sector “cumple mayoritariamente”. “Esta campaña deja sin argumentos a los que denuncian [entre ellos, la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz en su último informe anual] un incumplimiento generalizado y masivo por parte del sector hostelero en lo referente a la ocupación de la vía pública con veladores y elementos auxiliares”, dicen desde la entidad, que arguyen que buena parte de las multas impuestas se deben a “motivos no imputables al hostelero”, como no contar con la licencia pese a haberla solicitado previamente. Por ello, desde la asociación reclamaron “agilidad en los trámites administrativos y burocráticos para que las licencias se expidan, cuando se den las condiciones y requisitos para ello”.

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