Cultura

‘Lourdes’ gana, y no es un milagro

La cinta de la directora Jessica Hausner se lleva para Austria el Giraldillo de Oro.

el 14 nov 2009 / 19:57 h.

Los galardonados en esta edición del Festival de Cine de Sevilla posan juntos en el escenario del Lope de Vega.
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Las previsiones se cumplieron (más o menos) y las películas que ayer comentábamos que podían estar entre las premiadas han sido, finalmente, las que se han llevado las estatuillas. Si acaso una leve sorpresa entre las ganadoras y una gran olvidada en el palmarés. Pero comentemos todo ello con más detalle.

La coproducción austro-franco-germana Lourdes, dirigida por Jessica Hausner, se alzó con el Giraldillo de Oro a la mejor película. El jurado destacó que la obra de esta joven directora (que cuenta ya en su haber con cuatro películas, incluyendo ésta) es fascinante, y atrae la atención con intensidad, creando una sensación de incertidumbre sobre la premisa inicial con la que comienza la cinta.

El premio está dotado con 50.000 euros, destinados (como todos los de este festival) a la distribución de la película en España (a pesar de que varias de las premiadas ya la tienen asegurada y contratada, la ganadora entre ellas, aunque también es verdad que esto ayudará a que llegue a más ciudades). Lourdes ha sido una de las mejores cintas del concurso, con lo que su premio, además de esperado, ha sido completamente merecido.

El Giraldillo de Plata se lo llevó la mejor película (en opinión de muchos de los miembros de la crítica acreditados en el SFC, entre los que me incluyo) de las participantes: Nada personal. Para ella, aparte de la estatuilla para su directora, Urszula Antoniak, van también 25.000 euros para la futura distribución y estreno (en los próximos doce meses) de la cinta en nuestro país. Además de este premio, Nada personal se llevó también el que este año otorgaba la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía (Asecan).

Este premio ha sido, en palabras del presidente del jurado oficial, Nicholas Roeg, el mayor consenso entre todos sus miembros (lo cual me lleva a preguntarme por qué ha recibido el segundo premio en vez del primero). La directora refleja una enorme "comprensión de los personajes, su misteriosa evolución, el dolor de su pérdida y su posterior recuperación", se señala en el acta.

El Premio Especial del Jurado fue cubierto por la cuota británica (tal como decíamos ayer), aunque no se lo llevó Fish tank como era de esperar, convirtiéndose así en la gran olvidada de esta edición. En su lugar, la ganadora del premio fue Un pecho de 110 cm del debutante Malcolm Venville (25.000 euros de premio). Una cinta que cuenta con unos protagonistas maravillosos y unos diálogos basados casi por completo en insultos e improperios.

El premio a la mejor dirección, instaurado este año y con un montante de 15.000 euros como premio, fue a Roland Vranik, por Transmission (si revisan las críticas de días atrás, verán que estaba entre mis cintas favoritas). Vranik ha hecho una película inquietante, que parece ser realista pero que a medida que avanza descubrimos que también es una obra de ciencia ficción. Casualmente, la película húngara se alzó también con el Premio del Jurado Joven (la otra novedad del palmarés de este año).

Fuera de la Sección Oficial, en el resto de secciones, los premios fueron los siguientes: la mejor película documental (de la Sección Eurodoc, con 20.000 euros de premio) fue para Garbo, el hombre que salvó el mundo (debut en la dirección del productor español Edmon Roch, que cuenta la historia de un español que actuó como agente doble en la Segunda Guerra Mundial, convenciendo a los nazis de que los aliados iban a entrar por el paso de Calais, en vez de desembarcar en Normandía); el premio Eurimages (dotado con 30.000 euros), para Tears of April (Aku Louhimies, Finlandia-Alemania-Grecia), ambientada en la Guerra Civil finesa.

Por último, el Gran Premio del Público (con un premio de 50.000 euros) fue a parar a Un profeta (dirigida por Jacques Audiard, Francia), que se va de Sevilla, además, con seis nominaciones a los premios de la Academia de Cine Europeo.

Por último, Nicholas Roeg, presidente del jurado oficial, quiso otorgar (a título exclusivamente personal) un premio extraordinario, "por su singular acercamiento creativo al mundo de la imagen" a la insufrible Pepperminta, la única pega a un palmarés casi redondo.

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