Hace cien años que nació el gran Antonio Mairena, uno de los cantaores más importantes de la historia del flamenco. Su pueblo natal se ha volcado para conmemorar este centenario por todo lo alto.
Adoraba a Antonio Mairena y fui su amigo, aunque algunos no acaban de creérselo. También adoraba a Dios cuando era sólo un niño, pero acabé no creyendo en él y ahora soy más feliz que un rucho. No es que haya dejado de creer en Antonio Mairena, que sigue siendo uno de mis cantaores de cabecera; es sólo que nunca he sido lo que se dice militante del mairenismo, y a estas alturas de mi vida, es difícil que pida algún día el ingreso en tan singular religión.
Analizo siempre todo lo relacionado con el Maestro sin el fanatismo y la falta de objetividad que caracteriza a los mairenistas, que han conseguido desacreditar una gran escuela de cante, aunque seguramente sin pretenderlo.
Hace años me preguntó un conocido mairenista, en Mairena del Alcor, que a qué cantaores me llevaría a una isla desierta, y le dije que a media docena: Chacón, Tomás, Vallejo, Marchena, Caracol y Morente. "¿A Mairena no?", me preguntó fuera de sí. "Si alguna vez me fuera a una isla desierta huyendo de la España que no me gusta, procuraría no llevarme nada que me cabreara", le dije.
Antonio Mairena no fue el mejor cantaor de la historia, pero sí el más importante de su tiempo. Tampoco fue el mejor artista, porque se ponía malo en un escenario, pero logró que el arte del cante jondo ocupara un lugar relevante en la sociedad andaluza de su tiempo.
Es sabido que Antonio se fue de esta vida descontento por cómo marchaba el flamenco y, sobre todo, arrepentido de muchas de las cosas que llevó a cabo. La única vez que estuve en su casa, en 1978, me dijo que le dolía mucho el mal uso que los jóvenes gitanos estaban haciendo de su legado y el de los grandes maestros calés.
Con Ricardo Molina, su mentor y colaborador, acabó muy mal. Lo que no sé es si llegó a saber que antes de proponerle escribir juntos Mundo y formas de cante flamenco, se lo propuso a Marchena y éste dijo que no.
La vida y la obra del gran Antonio Mairena están llenas de luces y también de sombras, aunque algunos tan sólo vean las luces. Era un ser humano sensible y apasionado, pero también bastante soberbio y practicante de la intolerancia.
El mejor recuerdo que conservo de él es la vez que me cantó por lo bajini una letra de soleá que le llevé el día que me invitó a su casa de la Cruzdel Campo. Sabiendo que le apenaba el mal momento que atravesaba el cante de Alcalá, le escribí esta copla:
El cante por soleá
vive puro entre los vientos
y al pasá por Alcalá
se muere de sentimiento.
Antonio Mairena comenzó a marcar el son con los nudillos en una mesa y, ante la mirada atónita de un chaval de 20 años que le adoraba, cantó la copla con Juan Talega en la cabeza.
El Concurso de Cante despierta un gran interés
Es muy probable que el Concurso de Cante Jondo Antonio Mairena, que han llamado Pureza Flamenca y que se celebra esta noche en la Casa Palacio, despierte más interés que el festival en sí. La junta directiva de la Casa del Arte Flamenco Antonio Mairena, sobre quien recae la responsabilidad del prestigioso certamen, se planteó la necesidad de hacer este año un concurso especial y han trabajado lo indecible hasta dejar a cuatro finalistas, que son Nazaret Cala, de El Puerto de Santa María; María José Carrasco, de Los Palacios y Villafranca; Rocío Alcalá, de Algeciras; y Antonio Ortega hijo, de Mairena del Alcor.
Cada uno de estos finalistas tendrá que interpretar seis cantes, siendo obligados la soleá, la seguiriya, la malagueña y la bulería.
Un jurado de expertos tendrá que premiar sólo a uno de los participantes, al que la organización le grabará un disco y le facilitará la posibilidad de cantar el próximo año en importantes festivales. Como artista invitado, se ha anunciado que actuará el bailaor sevillano Rafael Campallo.
En cuanto al festival de mañana, actuarán Carmen Linares, Aurora Vargas, José Menese y Calixto Sánchez, además del bailaor Javier Barón y un cuadro de Jerez en el que destacan José de la Morena y el fino bailaor Dieguito de la Margara.
