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Luis Aragonés, el tipo que se vestía por los pies

Ha muerto Luis Aragonés Suárez, El ‘Sabio de Hortaleza’, ‘Caralobo’, ‘Zapatones’, ‘El mono’, el 'Mister' que cambió la historia de nuestro fútbol y nos hizo potencia mundial.

el 01 feb 2014 / 14:44 h.

Luis Celebra Luis Aragonés celebra el título de la Eurocopa 2008 bailando sobre una mesa, junto a Xavi. El fútbol español está de luto por la pérdida de Luis Aragonés, el técnico que cambió nuestra historia y acabó con décadas de sinsabores para convertirnos en una potencia mundial desde que en junio de 2008 ganáramos la Eurocopa en el Prater vienés, preludio del título mundial de 2010 en Sudáfrica y la Eurocopa 2012 de Ucrania y Polonia, ya de la mano de Vicente del Bosque, que mantuvo el sello y el estilo que instauró el de Hortaleza contra viento y marea y sin casarse con nadie, porque Luis, por encima de todas las cosas, era un tipo que se vestía por los pies y moría con sus ideas. Con Aragonés se va buena parte de la historia del fútbol español. Se formó como futbolista en el Plus Ultra, en la cantera del Real Madrid, con el que no llegó a debutar, y empezó a destacar en el Betis a comienzos de la década de los sesenta; de ahí marchó al Atlético de Madrid, del que es un icono y con el que ganó unas cuantas ligas y copas tanto de jugador como de entrenador, y hasta una Intercontinental en 1974. Luis fue un interior con peculiar estilo -lo apodaban Zapatones por sus característicos andares- que incluso llegó a ser pichichi en 1970, junto a Gárate y Amancio, pero es su legado como entrenador el que será difícil que alguien logre igualar: 757 partidos dirigidos en Primera con ocho equipos distintos a lo largo de tres décadas (más que nadie), la Eurocopa ganada con los pequeños que nos hicieron grandes y revolucionó el fútbol actual y, sobre todo, su sapiencia como hombre de fútbol que pocos encarnaban como él. Porque Luis, por encima de todas las cosas, era un animal futbolero, con sus virtudes, muchas, y sus defectos, que también los tuvo y muy malos ratos le hicieron pasar. Sincero, honrado, socarrón, directo, agrio, cabezota, incluso tela de borde en ocasiones, pero entrañable cuando te abría las puertas de su corazón, lo que no hacía con todo el mundo, pues era un hombre de marcar distancias. Para los futbolistas siempre fue un padre o hasta un abuelo -a la selección la hizo campeona con 69 años- y es difícil encontrar a uno de los miles que ha tenido a sus órdenes que te hable mal de él, pues siempre daba la cara por ellos y ponía la suya para recibir cuando venían mal dadas.

En el Betis y el Sevilla

Luis Betis Luis jugó en el Betis de 1961 a 1964. Luis Aragonés triunfó en el Betis como futbolista pero no pudo hacerlo luego como entrenador. En 1981 una depresión le llevó a renunciar al cargo antes de empezar la Liga y en 1998 presentó igualmente la dimisión en plena pretemporada por serias desavenencias con Lopera, tras dejar al equipo 8º y en la UEFA al término de la 1997/98, el primer año tras la exitosa etapa de Serra Ferrer. “Prefiero vivir un año de pie que trescientos de rodillas”, dijo de madrugada en Sancti Petri al abandonar el hotel en pleno verano y dejar por segunda vez al Betis en la estacada. Luis también dirigió dos campañas al Sevilla de Luis Cuervas (de 1993 a 1995), al que dejó 6º el primer año y 5º el segundo y clasificado para Europa. Hoy, en todos los campos de España, habrá luto solemne y se derramarán lágrimas por él, por Luis Aragonés Suárez, El ‘Sabio de Hortaleza’, ‘Caralobo’, ‘Zapatones’, ‘El mono’, el hombre que nos cambió la cara de tontos que se nos quedaba a todos los españoles después de cada cita futbolera de alcurnia y nos devolvió el orgullo a todo un país. Gracias mister, descansa en paz, los que tuvimos la suerte de conocerte nunca te olvidaremos.

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