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Luis Fabiano aleja los fantasmas en su mejor noche

Los temores quedaron finalmente en nada y el Sevilla estará en el sorteo de octavos tras eliminar a la Ponferradina, que dio una gran imagen pero se topó con el mejor Luis Fabiano de la temporada. Sus tres goles devolvieron la sonrisa a una afición que se marchó a casa feliz tras muchos días cabizbaja. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 18:19 h.

Los temores quedaron finalmente en nada y el Sevilla estará en el sorteo de octavos tras eliminar a la Ponferradina, que dio una gran imagen pero se topó con el mejor Luis Fabiano de la temporada. Sus tres goles devolvieron la sonrisa a una afición que se marchó a casa feliz tras muchos días cabizbaja.

Con Luis Fabiano y con Iturralde, porque, si bien es cierto que el equipo de Manolo Jiménez fue muy superior, el colegiado, que siempre es protagonista por una cosa u otra, no dio gol tras un gran disparo del ex sevillista Rubén Vega que se estrelló en el larguero y botó dentro cuando el marcador era de 2-0 favorable a los nervionenses. Incluso, se reclamó un posible fuera de juego en la jugada del segundo tanto de O Fabuloso, el gran protagonista de la noche. Tras muchas semanas ausente, bien por lesión, bien porque ni el equipo ni él estuvieron finos, ayer sacó lo mejor de sí mismo para firmar una espectacular actuación y acabar con los fantasmas.

Lo primero era neutralizar la desventaja, y el Sevilla tardó 29 minutos en conseguirlo. Luis Fabiano, que se tomó el partido como había que tomárselo, no perdonó un centro medido de Romaric desde el costado izquierdo. Su cabezazo hizo imposible el intento del portero y, de paso, expulsó la inquietud que hasta entonces creaba la Ponferradina. Loable la actitud y la entrega de sus jugadores, que, lejos de encerrarse, salieron a jugar al fútbol y nunca dejaron de merodear el área de Javi Varas, portero titular ayer.

Pero por mucho empeño que pusieron, el derroche físico del Sevilla y su mayor calidad con el balón en los pies fue poco a poco marcando diferencias. Las internadas de Jesús Navas y Adriano hicieron daño al modesto equipo leonés, que no daba abasto para frenarles, tanto a ellos como a la dupla Kanouté-Luis Fabiano, muy activa y dejando claro que debe jugar siempre.

Mientras la defensa, Fazio y Romaric trataban de recuperar rápido el balón y buscar a los hombres de ataque, Luis Fabiano, se encargó de demostrar por qué es una estrella. Su campaña, por diferentes razones, no estaba siendo todo lo brillante que él esperaba, pero ayer dejó patente el hambre que tiene. Además de marcar tres goles, firmó más ocasiones claras: un remate que se fue junto al palo, otro que se marchó alto de puro milagro...

sufrir y golear. Por mucho que el Sevilla mandó, la Ponferradina siempre tuvo peligro. No ocasiones manifiestas, pero sí logró crear la sensación de que en cualquier jugada aislada podía marcar. La continua búsqueda del gol por parte del Sevilla favorecía sus llegadas en velocidad, tanto por banda como por el centro, con los ex nervionenses Jonathan y Rubén Vega dando problemas. Irurzun, al poco de arrancar el partido, había tenido una buena oportunidad para poner Nervión en llamas, pero, cuando se había quedado solo en un error defensivo, se entretuvo mirando al linier para ver que estaba en posición correcta.

Si la diferencia de calidad se dejó notar a la postre, donde se vio más claro fue en la delantera. Mientras la Ponferradina luchaba y moría en la orilla siempre, Luis Fabiano se encargaba él solito de devolver la sonrisa al sevillismo. Su actuación se hizo aún más brillante tras aprovechar un pase -en posible situación de fuera de juego- y picar el balón al portero como los maestros.

El 2-0 dio más fuerzas aún al equipo de Jiménez, aunque ni Iturralde ni su asistente vieron gol de Rubén Vega tras un disparo lejano de éste que dio en el larguero, botó dentro y salió (64'). El Sevilla se vio beneficiado por la actuación del colegiado y, con todo a favor, acabó paseándose. Llegó el 3-0, obra de O Fabuloso, quién si no, y el 4-0, anotado por Maresca con el tiempo cumplido.

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