La prueba de fuego del sentido único en Luis Montoto se está llevando a cabo esta semana. Sin las alteraciones que provoca la Semana Santa, la primera totalmente laboral en la arteria principal que une el Centro con Nervión desvela que en el tramo estrenado el Sábado de Pasión funciona sin atascos y con fluidez desde la Ronda, aunque con algunos problemas desde El Corte Inglés hacia el acueducto.
Las principales dificultades para el tráfico se están dando en el cruce de Luis Montoto con Luis de Morales, porque muchos conductores aún están despistados con el cambio y tienen que elegir entre girar a la derecha en dirección a Santa Justa o a la izquierda, hacia San Francisco Javier, lo que causa un tapón en este cruce. Otro de los problemas, según los usuarios de Tussam, se da cuando los taxistas paran y el carril para servicio público se ve ralentizado. Ya el primer día de puesta en funcionamiento, cuentan los comerciantes, un camión de Lipasam se quedó atascado también con uno de los pivotes.
Pero si hay una queja con este nuevo diseño del tráfico, es la de los comerciantes con respecto a la carga y descarga. Los números impares de Luis Montoto se han quedado sin zonas de aparcamiento y sin espacio para que los proveedores hagan sus repartos. “Va a ser nuestra ruina”, afirma José Manuel González desde su quiosco de prensa: “Los repartidores tienen que cruzar la avenida, con el consiguiente peligro, y luego cada vez entran menos compradores”.
En otro de los negocios, la Floristería Oriente, coinciden en que el mayor inconveniente del cambio de sentido es la pérdida de aparcamientos y del espacio para descargar: “Nosotros contamos con el parking del bingo de aquí al lado, pero si no fuera por ellos tendríamos que cerrar”, cuenta su propietario, Juan Carlos Vázquez.
En un bar de la misma acera, su propietario, Jaime Gómez-Millán, que cuenta con una plaza de garaje en propiedad, plantea como otra de las trabas del sentido único el acceso a estos aparcamientos: “No nos han ofrecido ninguna respuesta sobre qué opciones tenemos de que nuestra plaza la use otro coche, como el de mi hijo”.
En este punto es donde los vecinos, que un principio no se mostraron contrarios al rediseño de la calle, empiezan a poner pegas. También por la falta de espacio para aparcar los que no cuentan con garaje. “Si hubieran dejado el doble sentido como antes, con su espacio para el aparcamiento, y se hubiera hecho el carril bici tal y como lo han hecho, yo me hubiera quitado el sombrero ante el alcalde y ante quien hiciera falta”, dice Ignacia Delgado.
Otra vecina, Blanca González, confía en que cuando el resto de las calles “estén ordenadas y el sentido único llegue hasta Los Arcos, se verá que es bueno para el tráfico, como pasó con la Ronda”.
Los controles policiales están siendo exhaustivos, según vecinos y comerciantes, y una cámara vigila que ningún vehículo no autorizado entre desde Kansas City.
En total, la inversión para las obras del sentido único entre la Ronda y Luis de Morales –cargadas a los fondos del Plan 8.000 del Estado– ha sido de algo más de 5,7 millones para la renovación de los acerados, la construcción de dársenas para la carga y descarga, el repavimentado de la calzada, la nueva señalización y el sistema de control de accesos con cámaras, entre otras actuaciones. El Ayuntamiento, por su parte, considera que todavía es pronto para hacer balance.
