Luque y Escribano en la ganadería de Miura.
Los ganaderos Eduardo y Antonio Miura han recibido hoy en su finca a los diestros Manuel Escribano y Daniel Luque junto al empresario Ramón Valencia en una jornada de puertas abiertas que ha servido para mostrar a la prensa especializada la corrida que se lidiará en Sevilla el próximo 20 de abril, Domingo de Resurrección, y que será estoqueada por ambos diestros mano a mano.
Una de las particularidades del festejo reside en el cambio de la fecha habitual. Los toros de Miura se han lidiado en los últimos tres cuartos de siglo en la tarde del Domingo de Farolillos pero la sonada ausencia de las primeras figuras del toreo del abono sevillano ha obligado a la empresa Pagés a cambiar sus planes habituales para mantener el interés y la tensión de algunas fechas que, como Resurrección, no contarán con sus actores habituales.
Los hermanos Miura han reseñado siete ejemplares de cuatro años, incluyendo un sobrero que no suele ser habitual en las costumbres de esta casa ganadera. Son cuatro toros de capa cárdena; dos negros y un salinero que ya se encuentran reunidos en un cerrado cercano al cortijo de Zahariche, la finca de la familia Miura, antes de ser embarcados el Sábado Santo con destino a la plaza de la Real Maestranza.
Antonio Miura se refirió a los cambios de este año reconociendo que nos habría gustado más seguir en la fecha tradicional pero había una serie de circunstancias que eran obligadas. En ese sentido añadió que la empresa había considerado que por el bien de la feria era conveniente modificar la fecha. Después de tantos años trabajando juntos -pensando que favorecíamos el espectáculo- no podíamos negarnos.
En cualquier caso, el cambio de día no ha supuesto ninguna modificación en la forma de trabajar de los ganaderos. No hemos cambiado los criterios a la hora de seleccionar los toros que se embarcarán para Sevilla. Son los que queremos que se lidien y sobre todo queremos que sirvan para que los toreros triunfen y el público se divierta, ha referido Eduardo Miura.
Daniel Luque era la primera vez que veía los toros que lidiará mano a mano con su paisano Manuel Escribano: Nunca había venido a ver una corrida que luego fuera a matar en la plaza, reconoció el joven matador explicando que se trataba de un día importante para nosotros pero también para la Feria. Si las cosas salen bien supondrá un gran beneficio para todos,
Escribano, por su parte, señaló que se trata de un mano a mano atractivo y en una fecha, la de Resurrección, que está llena de alicientes. Lo que haya pasado anteriormente ya no cuenta y lo que es seguro es que tanto Daniel como yo daremos todo de nuestra parte para que esta tarde salga bien; por el bien de toda la Feria, de la situación que estamos viviendo y del nuestro propio, remachó Escribano.
Ramón Valencia, cogerente de la empresa Pagés, reconoció que se trataba de una feria totalmente distinta. El empresario justificó el cambio: por la gran ganadería que es Miura triunfadora del año pasado- y la condición de triunfador de Escribano. Salga como salga, el éxito ya está conseguido desde el momento de su anuncio. Ellos pondrán todo de su parte para que sea una gran tarde, sentenció Valencia.
Se da la circunstancia histórica de que los toros de Miura no protagonizaban un mano a mano en la plaza de la Maestranza en un domingo de Resurrección desde el lejano 31 de marzo de 1872. En aquella ocasión los diestros anunciado fueron El Gordito y Negrón además del sobresaliente Vicente Mendes El Pescadero que se obligaba tal y como rezaba el cartel de la época- a banderillear todos los toros.
