El PSOE pondrá hoy un punto y aparte al proceso interno iniciado tras el congreso del pasado verano. Críticos y vieristas se enfrentarán la asamblea de Macarena en una votación marcada por la disolución de la ejecutiva acordada en octubre y por los expedientes de suspensión abiertos a varios cargos de la antigua dirección.
La asamblea de Macarena es una de las tres más grandes de la ciudad. Junto con Cerro-Amate y Centro son las únicas que superan los 600 militantes. El sector crítico, afín a Alfredo Sánchez Monteseirín, llega a esta convocatoria tras obtener la victoria en seis de las agrupaciones locales -Miraflores, San Pablo, Cerro, Bellavista, Sur y Pino Montano-, mientras que las otras cuatro -Triana, Centro, San Jerónimo y Este- se han mantenido bajo el control de la ejecutiva de José Antonio Viera.
La asamblea de Macarena pone el broche al proceso de elección de los dirigentes locales del PSOE, en una votación con una elevada carga simbólica: es uno de los principales graneros de votos socialistas, sus bases son más cercanas al grupo municipal y se ha visto envuelta en polémica en los últimos años. Desde las facturas falsas, hasta la reciente disolución de la ejecutiva por parte del PSOE federal, a instancias del pronvincial.
Los críticos confían en mantener el control de esta agrupación y han optado por esquivar completamente el escollo que suponía el inicio de expedientes de expulsión para siete altos cargos del partido, entre ellos el ex edil y ex secretario general de Macarena, Manuel Gómez Lobo. Ninguno de ellos irá en la candidatura, aunque no han recibido aún.
De hecho, la lista incluye un 70% de nombres nuevos, militantes que no estaban antes de la dirección. La encabezará un hombre de confianza de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, el director del área de Hacienda, Manuel Llorente. Desde este sector se confía en la movilización de las bases afines y el efecto de rechazo que puede generar en muchos de los militantes lo ocurrido en los últimos meses con disoluciones precipitadas, gestoras y expedientes de expulsión.
Lejos de lo ocurrido en el resto de asambleas de agrupaciones locales, el sector afín a José Antonio Viera ha optado por guardar silencio en esta convocatoria. Los movimientos se han tratado de mantener en un segundo plano desde que el PSOE federal ordenase en una resolución restablecer la normalidad en la agrupación y dar validez a más de la mitad de las fichas denunciadas.
El núcleo vierista pilota en torno a rostros tan significativos como el ex edil y actual secretario de distritos del PSOE, Carmelo Gómez; el director del área municipal de Educación, Javier Fernández, y la actual delegada provincial de Justicia, Francisca Amador, además de contar con el respaldo de miembros del Gobierno como el edil Albertro Moriña.
