La nueva comisaría de la Macarena ha ido un paso más allá en la nueva fórmula que el Gobierno quiere aplicar a las sedes policiales: no sólo tiene una cristalera de acceso, sino que toda la fachada está recubierta de láminas de cristal verde agua, que se mezclan con la piedra de color oscuro de los acabados del edificio, inaugurado ayer por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán; el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, el delegado del Gobierno, Luis García Garrido, y el jefe superior de Policía de Andalucía Occidental, Antonio Jesús Figal.
Localizada en el centro geográfico del distrito -el Polígono Norte-, la comisaría es vecina de la conflictiva calle Hermano Pablo -foco habitual de venta de drogas y peleas- y está muy cerca del asentamiento chabolista del Vacie. El sindicato CEP criticó ayer su revestimiento por ser "poco adecuado para una comisaría en esta zona" porque el cristal puede ser objetivo de "actos vandálicos de delincuentes de la zona". El sindicato también aseguró que durante las últimas lluvias el edificio se ha mojado y que tiene pocos medios técnicos.
Responsables policiales restaron importancia a las críticas a la vista del flamante edificio de 2.500 metros cuadrados, en dos plantas, que sustituye a la antigua y desvencijada vivienda unifamiliar de la calle López de Azme en la que los agentes trataban de acomodarse desde hace años.
El Gobierno recordó ayer que estas "modernas instalaciones policiales" han sido construidas en un solar cedido por el Ayuntamiento gracias a un convenio por el que tendrían que haberse construido cinco comisarías hasta 2011, un acuerdo del que se enorgullecieron tanto Monteseirín como Rubalcaba, a pesar de que sólo se han construido dos de estos cinco edificios previstos.
La sede ha costado 4 millones de euros y tiene oficinas para expedir el DNI y los pasaportes, una novedad respecto a la anterior comisaría que evitará a los vecinos tener que desplazarse a otras dependencias más alejadas. La plantilla es de 74 agentes, después de que el distrito, con una población de 144.000 habitantes, haya aumentado un 28,6% su dotación en los últimos dos años.
La Jefatura de Policía informó ayer de que la comisaría mantiene reuniones mensuales con los distintos agentes sociales de la zona, entre los que destacó una docena de encuentros con la comunidad educativa -a la que también se imparten charlas para prevenir la delincuencia-, ocho citas con representantes vecinales, tres con el sector turístico, dos con los comerciales o locales de ocio del distrito y 37 con otros colectivos de diversa índole, incluidas entidades de mayores a las que se presta una especial atención porque son víctimas fáciles para los delincuentes.
La puesta en marcha de esta comisaría, que se produjo hace ya un mes aunque para la inauguración se ha esperado a contar con la presencia del ministro, ha permitido poner en marcha la remodelación de las comisarías de la ciudad prevista para adaptarse a los cambios de población.
Macarena, en concreto, asumirá un territorio más amplio al sumar el entorno de las calles Manuel del Valle, Tharsis, Arroyo, Júpiter, Recaredo, María Auxiliadora y Carretera de Carmona, que antes pertenecía a Nervión.
