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Maestros del oficio ajeno

La Iglesia y los políticos insisten en utilizar sus respectivos púlpitos para darse clases mutuamente: los curas las dan de política; los políticos, de religión. Está bien eso de la multidisciplinariedad y de saber de todo, como anhelaban los humanistas del Renacimiento...

el 14 sep 2009 / 23:14 h.

La Iglesia y los políticos insisten en utilizar sus respectivos púlpitos para darse clases mutuamente: los curas las dan de política; los políticos, de religión. Está bien eso de la multidisciplinariedad y de saber de todo, como anhelaban los humanistas del Renacimiento, pobres míos, pero uno se pregunta si no sería mejor que, en nombre del bien común, cada cual procurase hacer progresos en su propio oficio, siquiera tímidamente. Lo cual es una mera sugerencia, pues quede claro que un servidor no tiene nada en contra de que se haga el tonto, y menos aún si se hace por costumbre, siendo la costumbre uno de los pilares del Derecho y de la sociedad misma. Pero disgusta y confunde este cruce de líneas, esta interferencia, porque lo mismo un día dejamos de distinguir quién es quién, con el subsiguiente riesgo a la hora de votar, de exigir, de arrodillarse, de comulgar. Ustedes, por si acaso, no se acerquen mucho a los púlpitos.

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