El consejero de Economía, José Sánchez Maldonado, censuró ayer una de las leyes que tramita el socio de Gobierno, IU, y que no forma parte del pacto entre PSOE y la coalición de izquierdas. Se trata del decreto ley para garantizar un mínimo vital de luz y agua a las familias desfavorecidas, una norma que coordina personalmente el vicepresidente Diego Valderas, y que el Consejo de Gobierno prevé aprobar antes del verano. Más que el contenido de la crítica la presidenta Susana Díaz ya afeó la propuesta hace meses lo que desató la indignación de IU fue el modo en el que se expresó Maldonado. Ayer, durante un foro sobre eficencia energética organizado por una multinacional eléctrica [EON] y Abc, respondió sobre el decreto que es partidario de garantizar los derechos de los ciudadanos, pero que la beneficencia le recuerda a otros tiempos, algo de otra época. Y no creo que sea bueno que vuelva a acontecer, ni en mi comunidad ni en mi país, apostilló.
Cuando los socialistas les buscan las cosquillas a IU es cuando IU se parece más a IU. La frase precipitó de inmediato una oleada de crispación entre los comunistas. La Junta trató de restar importancia al comentario, aludiendo el tono peculiar con que Pepín [como llaman coloquialmente al consejero] suele expresarse. Pero en la coalición el cabreo se fue tornando oscuro. Prueba de ello es la lectura que hacían de lo sucedido a media tarde: El titular de Economía ha tachado de franquista al vicepresidente de la Junta en un foro de alemanes [EON es una empresa germana]. Esto no se puede consentir, es preciso una rectificación pública.
El malestar primero se tradujo en llamadas privadas entre el vicepresidente y el consejero, cruce de explicaciones, reproches y disculpas, y luego el cabreo detonó en las redes sociales en toda su magnitud. El portavoz de IU en el Parlamento, José Antonio Castro, le dedicó 12 mensajes numerados en Twitter: Quizás Maldonado debería ser más respetuoso con IU, más cuando Economía sólo se ha empezado a limpiar con IU en el Gobierno; Me reservaré mi opinión sobre 30 años de clientelismo, construcción desaforada y desindustrialización de Andalucía; No nos estaríamos estrujando el cerebro desde IU para buscar fórmulas de mínimo vital si PP y PSOE no hubieran privatizado todas las empresas de luz y agua con su modelo liberal; Beneficencia no es garantizar por Ley la luz y el agua, es mantener en cargos a quienes no desarrollan tareas para darles un sueldo público porque no tienen otra ocupación, oficio o beneficio; Y consejero, si luz y agua es beneficencia, ¿qué es dar a millones a multinacionales y hacer críticas en el III Encuentro ABC-EON?
No fue la única frase de Maldonado que molestó. Al consejero le preguntaron sobre el plan andaluz de la bicicleta, presentado en Consejo de Gobierno el martes por la titular de Fomento, Elena Cortés (IU), que lo calificó como la palanca de cambio de modelo productivo. Maldonado, en tono distendido, pidió a los asistentes que le disculparan por no responder sobre este asunto porque hacerlo podría ser contraproducente, informa Europa Press. Castro le replicó en Twitter que el uso de la bici está en línea con las estrategias de la UE y objetivos de reducción de CO2. Es una palanca de cambio del modelo productivo, insistió. 24 horas después de que Cortés usara esa expresión, la presidenta anunciaba en el Parlamento su intención de rescatar el sector de la construcción, un mensaje similar al que el PP defendió en la última campaña electoral y que los socialistas y comunistas se encargaron de atacar.
Un mal mes // Quienes conocen a Sánchez Maldonado coinciden en que su forma de hablar directa, irónica y sin circunloquios despierta más filias que fobias. En su primera comparecencia en la Cámara para hablar del espinoso asunto del fraude de los ERE, el consejero intervino relajado y logró incluso arrancar risas de la bancada del PP.
Pero para IU la última expresión de Maldonado viene a sumarse a una serie consecutiva de situaciones que tenían los ánimos de los socios a flor de piel. No es la primera vez que los socialistas les cuestionan en público, ni la primera en que les reprochan medidas más propias de la beneficencia que de políticas sociales. Díaz ya afeó la propuesta del suministro vital de luz y agua durante el congreso extraordinario en el que fue elegida secretaria general del PSOE-A. Los socialistas no queremos titulares a cuenta de los más débiles, dijo, y más adelante anunció que cualquier norma al respecto debería depender del Estado, no de una sola comunidad. Aún así la Junta sigue trabajando en el decreto ley con visos a aprobarlo antes del próximo verano. CCOO tildó la medida de ocurrencias. Luego Díaz ha iniciado una ronda de contactos con grandes banqueros y empresas del Ibex 35, como Emilio Botín, del Santander, y César Alierta, de Telefónica, para dejar entrever que la Junta ha recuperado la confianza de los poderosos y vuelve a tener acceso al crédito financiero privado. El mensaje es que Andalucía ya no depende exclusivamente del Gobierno de Mariano Rajoy, aunque siga abrazada al Fondo de Liquidez Autonómica. Pero esta foto, este mensaje, araña el discurso ideológico de IU, que se muestra a diario combativa con el poder financiero y la Troika, y cómplice con los débiles. La coalición que dirige Antonio Maíllo debe defender esa idea tanto para fuera, hacia los electores, como para sus militantes.
