El 75% de los españoles rechaza la gestión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el 84% asegura que ya no confía en el secretario general del PSOE. Son algunas de las conclusiones que arroja la última encuesta hecha pública sobre intención de voto en nuestro país de cara a las elecciones generales previstas para 2012. El diario El País publicó este sondeo el pasado 3 de octubre, apenas cinco días después de la primera huelga general de la era Zapatero, y la séptima de la democracia española.
Esta encuesta, que otorgaba al PP una ventaja electoral de 14,5 puntos con respecto a los socialistas, vio la luz el mismo día que se celebraron las primarias para designar al candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid en 2011: Zapatero se desayunó con una derrota y terminó la jornada siendo el principal perdedor. Perdedor porque los militantes socialistas madrileños eligieron a Tomás Gómez, secretario general del PSM, frente a Trinidad Jiménez. Ese 3 de octubre Gómez no sólo se impuso a la ministra de Sanidad, también ganó a la firme (y arriesgada) apuesta del presidente del Gobierno, el mismo que dos meses antes le había pedido en una reunión en La Moncloa que se apartara de la carrera electoral por la Comunidad de Madrid.
El sondeo también se conoció un día antes de que los Servicios Públicos de Empleo ofrecieran sus datos correspondientes a septiembre: el pasado mes 48.102 personas perdieron su empleo, una cifra que sitúa de nuevo el total de desempleados en España por encima de los cuatro millones -4.017.763-.
Disidencia en el PSOE. En cambio la encuesta sí que coincidió en el tiempo con el auge de la disidencia en el seno del PSOE. En la década que Zapatero lleva al frente del partido ningún dirigente se atrevió a aconsejar en público a su secretario general. Eran los tiempos en que se ganaban las elecciones. Pero la paupérrima estimación de votos del susodicho sondeo (no llegaba al 29%) y el resultado de las primarias ha acelerado que barones como José María Barreda (Castilla-La Mancha) o Guillermo Fernández Vara (Extremadura) ahora sí tosan al presidente. El primero le recomendó el pasado viernes que cambiara el rumbo del Gobierno si quería evitar una "catástrofe electoral", además de advertirle de su entorno. El sábado rectificó a medias. Y el segundo le sugirió que no se presentase a la reelección prevista en 2012 si alberga algún tipo de "duda".
Si hoy se volviera a repetir aquella encuesta, seguramente las conclusiones serían las mismas y simplemente se acentuara el ascenso del PP y el retroceso de los socialistas. Al fin y al cabo es lo mismo que les está sucediendo a otros gobernantes en Europa y EEUU. La crisis económica pasa factura a todos, o a casi todos: los conservadores suecos sí repiten gobierno.
