La sentencia de la sección séptima de la Audiencia provincial condena a este individuo porque el 3 de septiembre de 2007 recibió el paquete en un local de la utrerana plaza de los Ángeles, donde fue detenido. La Guardia Civil había sido previamente alertada por las autoridades de Bélgica de la llegada al aeropuerto de Sevilla del envío sospechoso.
Según precisa el fallo judicial, la droga pesaba en total 10.202 gramos y equivalía a una pureza de 1.880 gramos de heroína pura, valorada en el mercado ilícito en 19.633 euros.
Finalmente, el juez impone al acusado dos años y tres meses de prisión y le aplica la atenuante de su "grave adicción a la heroína", que le llevó a aceptar el encargo que le hizo un hombre desconocido mientras estaba ejerciendo de aparcacoches ilegal en un hipermercado.
Por su parte, la Audiencia absuelve a un primer acusado porque no se ha demostrado que fuese la persona que encargó a M.G.P., a cambio de 100 euros, que recepcionara en el citado local de Utrera el envío. Así, explican los jueces que las declaraciones acusatorias del condenado "no han sido persistentes ni monocordes y en las sucesivas ruedas de reconocimiento no llegó a identificar del todo" a la persona que le hizo el encargo. Además, dijo que dicho hombre conducía un coche Renault Laguna que sólo coincide con el del acusado en la marca, ya que la matrícula dada era "ostensiblemente diferente". "Con estos mimbres, los miembros de esta sala tienen serias dudas sobre la participación de R.P.R.", para quien el fiscal había pedido 10 años y medio de cárcel, que es absuelto en virtud del principio de in dubio pro reo.
La condena es fruto de un delito de tráfico de drogas pero en grado de tentativa, como sucede siempre que haya paquetes enviados desde el extranjero y "el receptor no tiene posibilidad real de su distribución y se acredita que no ha participado en los actos preparativos del envío", explica la sentencia.