Levantadas sin licencia de obras, en suelos rústicos o en plena vía pecuaria la legalización de varias construcciones es imposible, de ahí que el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra actúe con mano dura. El año pasado se demolieron numerosas obras y ahora vuelven a actuar contra otras nueve.
De este modo, en el último pleno se aprobaron hasta nueve propuestas de derribo de construcciones sin permiso en el término municipal. "Con esta medida se pretende continuar con la política de vigilar que se cumpla al máximo con la legalidad", justificó la portavoz municipal del Gobierno local (PSOE), Laura Ballesteros.
Esta actuación incluye la demolición de unas obras situadas en la calle Moguer y varios derribos en suelo no urbanizable, como es el caso de una finca en la Vereda del Gallego, de una parcela en el Palito Hincado y de otra construcción en terrenos del paraje conocido como La Marquesada, en la carretera Utrera-Dos Hermanas. También se derribará otra construcción en una finca en el kilómetro 7 de la carretera a Morón de la Frontera, y por último, una parcela situada en camino de la Cortijinilla, donde se construían sin permiso siete cuadras.
Por otra parte, en el pleno se desestimaron dos recursos interpuestos contra acuerdos previos que aprobaban, por los mismos motivos, la demolición de obras en una parcela de la urbanización La Marquesa y en otra finca en el entorno conocido como La Calerilla.
También se notificará a todos los interesados que, de no acatar la orden, el municipio actuará de acuerdo con lo que establece la ley.
Pero la guerra contra las urbanizaciones ilegales no terminará aquí, ya que el PSOE pretende continuar con la política de actuar de forma "contundente contra todos aquellos que incumplan la legalidad" y muy especialmente contra las parcelaciones que proliferan sin permiso en distintos puntos alejados del casco urbano.
Ésta no es única actuación contra construcciones ilegales que se emprende. Ya en julio de 2007 se ordenó el derribo de otras siete construcciones que carecían de licencia de obras. En aquella ocasión fueron derribadas seis obras ilegales para viviendas en distintas urbanizaciones, casi todas alejadas del casco urbano, y también se demolieron unos boxes para caballos y varias cuadras en la llamada Huerta del Cura, que carecían igualmente del permiso necesario.
