Cultura

Manolo Sanlúcar presenta sus memorias en Sevilla

Además de uno de los grandes guitarristas de todos los tiempos, Manolo Sanlúcar es también dueño de una prosa nada desdeñable: la que vierte en El alma compartida, el libro que presentó ayer en Sevilla.

el 14 sep 2009 / 23:48 h.

Además de uno de los grandes guitarristas de todos los tiempos, Manolo Sanlúcar es también dueño de una prosa nada desdeñable: la que vierte en El alma compartida, el libro que presentó ayer en Sevilla.

Políticos, artistas, críticos, aficionados y amigos quisieron arropar anoche al gran guitarrista y compositor gaditano Manolo Sanlúcar, en la presentación en Sevilla, en los Reales Alcázares, de su obra Manolo Sanlúcar: el alma compartida, un libro de memorias escrito por el propia artista que está sorprendiendo a propios y extraños por su calidad literaria y la sinceridad con la que el compositor narra los episodios de su agitada vida artística.

El alma compartida es algo más que un libro de memorias; es, sobre todo, la obra de un artista que ante la pérdida de su único hijo entendió que tenía que hacer algo distinto a lo que había realizado hasta ese justo instante. Y decidió recuperar la vieja afición de escribir, abandonada por esa otra necesidad de tocar la guitarra flamenca por el mundo, una faceta artística que lo ha convertido en uno de los artistas flamencos más famosos del mundo.

Al margen de la importancia que tiene el hecho de que Sanlúcar haya decidido escribir sus propias memorias, es necesario resaltar la valentía con que las ha escrito. Y, sobre todo, el hecho de que no se haya limitado a relatar sus hazañas, sino que ha ido más allá: se ha pringado hasta el tuétano con nuestro arte, con un estilo literario de una admirable profundidad.

Manolo Sanlúcar camina constantemente desde lo particular a lo general, y así, desde su experiencia propia, desde su vivencia concreta, se eleva a reflexionar sobre alguna de las grandes cuestiones que alientan al alma de los hombres: el amor, en sus diversas acepciones, el miedo, la vida y la muerte, la trascendencia, Dios o los dioses, la miseria y la opulencia, la política y la ética, el lazo indeleble que en su vida se establece entre el padre ?cuya alma comparte?, y el hijo. Y naturalmente, la música y el flamenco.

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