Según los datos apuntados en la rueda de prensa celebrada esta misma mañana en la sede de Carbures, las nuevas espadas de ayuda -que no sustituyen a las de acero forjado para matar a los toros- son tres veces más resistentes que las empleadas hasta ahora por la mayoría de los matadores. En concreto, se reduce el peso hasta en un 75% en el caso de las espadas simuladas y casi un 37% en los palillos o estaquilladores, que normalmente se fabrican en madera. De la misma forma, este material presta rigidez y flexibilidad a la vez, ya que le permite a una estructura doblarse sin romperse.
El propio Manzanares ha explicado que ha decidido emplear estos novedosos trastos de torear por sus mayores y mejores ligereza y resistencia. "Con estos adelantos trato de que mi toreo se acerque más a la naturalidad que busco constantemente y me ha ayudado mucho en la recuperación de las lesiones de mis manos", reconoció el alicantino, que ha sufrido dos dolorosas y complejas lesiones de tendones en ambas extremidades que le obligaron a concluir antes de tiempo la temporada 2010 y a interrumpir la última campaña en la yema del verano.
Carlos Guillén, presidente de Carbures -una firma centrada el sector aeronáutico y automoción con sede en Cádiz- ha apuntado que la tecnología de la carbonización de los metales empleada en aviones y en coches de alta gama se puede introducir en otros sectores. "En el caso de la lidia conseguimos aligerar el peso del estoque y del estaquillador, aspectos que influyen de forma directa en la salud del 80% de los toreros", ha señalado Guillén.