A falta de lo que haga el Villarreal esta noche de Lunes Santo ante el Zaragoza, el Sevilla puede decir adiós a sus opciones, pocas, todo hay que decirlo, de alcanzar la Liga de Campeones en las últimas jornadas del campeonato. Quedan tan solo seis partidos y la diferencia entre el cuarto clasificado y el conjunto nervionense es de ocho puntos y esta noche puede ser incluso de once. El varapalo definitivo lo sufrió el equipo hispalense el sábado ante el Getafe, y mucho tuvo que ver en ello el planteamiento del entrenador, Gregorio Manzano.
Las opciones de continuidad del técnico de Bailén pasaban o bien por alcanzar realmente la cuarta plaza o por pelear por ella hasta el último momento o, en último caso, por dotar al equipo de unas virtudes inexistentes hasta el momento en el campeonato. Pues bien, en ninguno de los casos Manzano ha conseguido dar una respuesta convincente. Salvo milagro, la Liga de Campeones se ha esfumado ya, además ni siquiera apurará hasta la recta finalísima de la Liga. Si el Villarreal gana hoy, el conjunto andaluz podría quedar sin opciones matemáticas en un par de jornadas. En el último caso, el equipo no ha mejorado su imagen, sino que en Getafe ofreció uno de los peores partidos de la temporada, si bien es cierto que con las ausencias de Jesús Navas, Perotti y Kanouté.
Esta acumulación de hechos refuerza la idea del cambio en el banquillo para la próxima temporada. Por algo tanto Monchi como Del Nido han mantenido contactos de diversa índole con técnicos como Joaquín Caparrós y Marcelo Bielsa, entre otros. Opciones que comenzarán a cobrar vida en el mes de mayo.
Porque además el choque de Getafe no solo ha enfadado a los aficionados sevillistas. La lamentable imagen mostrada por el equipo en el Coliseum Alfonso Pérez Muñoz tampoco ha gustado en las altas esferas nervionenses y la dolorosa derrota, unida a la situación en la clasificación, pueden acabar con la residual confianza que tenían en Manzano la dirección deportiva sevillista y el presidente, José María del Nido.
11 triunfos, 11 derrotas. Gregorio Manzano cogió el Sevilla, tras la destitución de Antonio Álvarez, en la sexta jornada del campeonato liguero. Desde entonces, el balance del jiennense es más que cuestionable. El equipo arroja un balance de resultados un tanto desesperanzador con él en el banquillo, porque entre otras cosas no ha sabido levantar al equipo. Hasta este momento acumula el mismo número de derrotas que de victorias en el campeonato liguero, 11, además de cinco empates. En la Copa del Rey sí cumplió alcanzando las semifinales, pero en la Liga Europa cayó eliminado en la primera ronda eliminatoria ante el Oporto, aunque con varios matices.
Este irregular discurrir le permite actualmente ocupar uno de los puestos europeos en la Liga, pero también le mantiene a la friolera de 17 puntos del Valencia, tercer clasificado y en teoría rival directo del equipo sevillista a inicios de la temporada.
Mientras tanto cobran fuerza las alternativas al banquillo para la próxima temporada. Joaquín Caparrós y Marcelo Bielsa siguen siendo los mejores colocados, pero no las únicas opciones. En cualquier caso en la cúpula sevillista no adelantarán nada hasta el mes de mayo. Esperan que el equipo blanquirrojo asegure cuanto antes al menos la participación en la Liga Europa, si es con el quinto puesto mejor, para después ir definiendo la planificación del Sevilla 2011/12.
