Economía

Marín defiende que el precio de la luz es "competitivo" en España

El exsecretario de Estado de Energía cree que hay conciencia de cambio del modelo energético, aunque no será repentino

el 14 abr 2011 / 23:16 h.

Pedro Marín, ayer, en un momento de su intervención en el hotel Colón de Sevilla.

Lo que pagamos en factura energética en España no es desorbitado en comparación con nuestros socios europeos, es más, es un precio "competitivo" frente al resto del continente. Así lo defendió ayer el exsecretario de Estado de Energía y responsable en materia energética durante la Presidencia española de la UE, Pedro Marín, quien participó en la tercera edición del foro de reflexión Hablemos de Europa, organizado por El Correo de Andalucía en el hotel Colón.

Marín expuso una reflexión sobre La política energética en España y en el mundo: retos y oportunidades, ante un grupo de empresarios, catedráticos y responsables de la Administración autonómica. Entre ellos, el director general de Endesa en Andalucía y Extremadura, Francisco Arteaga, quien defendió la competitividad del sistema nacional, que fue capaz el año pasado de exportar energía a sus países vecinos, incluido Francia.

Además, sobre el debate abierto acerca del coste de la factura energética, que preocupa a las empresas por su repercusión en la competitividad -como planteó el presidente de Azvi, Manuel Contreras-, Arteaga expuso que la mitad de sus costes procede de la generación eléctrica, y el 50% restante, de los costes fijos.

Dentro de este capítulo, las redes de distribución y de transporte suponen un 20%, idéntico porcentaje al que absorben las primas (cantidad que se traduce en 6.000 millones) y al 10% que representa el déficit tarifario.

Por otro lado, Marín, aun poniéndose en el peor escenario para España de un posible corte de suministro de gas, otra de las materias primas de las que depende el país, ante la inestabilidad que viven los países del Norte de África lanzó un mensaje de tranquilidad.
España cuenta con el mismo número de plantas de almacenamiento de gas que las que suma Europa, con lo que habría alternativas para acudir otros mercados y comprar el gas.

Marín consideró que las energías verdes "se están haciendo cada vez más competitivas", sobre todo, para los sistemas aislados, es decir, en zonas rurales y otras más periféricas en las que hacer grandes infraestructuras no es posible.

De hecho, las mayores debilidades de España se encuentran, a juicio de Marín, en la interconexión eléctrica con otros países, una cuestión en la que ya se trabaja reforzando con más líneas la unión con Francia y con Portugal y en la que también está volcándose Europa, y en el almacenamiento energético.

"En España hemos hecho los deberes" en materia de renovables, que consideró una "buena solución", señaló el exsecretario de Energía, quien recordó que el país ha cubierto con ellas el incremento de la demanda eléctrica en los últimos cinco años y que, sólo en el ejercicio pasado, el 13,2% del consumo total procedió de estas fuentes energéticas.

A juicio del responsable en materia energética del Gobierno durante la presidencia española de la UE, junto a las renovables, las infraestructuras y el ahorro y la eficiencia se sitúan como las oportunidades que se abren en el escenario energético y que han calado en la estrategia europea.

En el primer caso, puesto que ya quedó demostrada la importancia de contar con una buena red de infraestucturas, tras los problemas del suministro procedente de Rusia y fundamental en el caso de España, puesto que, por su ubicación geográfica, ese refuerzo se traducirá en "una mayor seguridad del suministro, competitividad y en aspectos medioambientales".

Pero sin olvidar el ahorro y la eficiencia energética, políticas cuya inversión, defendió, "es rentable y da rendimientos desde el principio". En este sentido, consideró que España ha avanzado bastante en los últimos años hacia la media europea, tras un parón de diez años, a pesar de lo que aún "queda camino por recorrer" para converger con Europa en el horizonte de 2020.

Sin embargo, puso de relieve que esta opción sólo es válida para aquellas regiones en las que la demanda no va a crecer mucho y hay un gran consumo de energía, esto es, en los países desarrollados.

Como recordó, el actual sistema energético español se caracteriza por su dependencia del exterior, sobre todo del petróleo, cuyos precios, tras un periodo en el que se han mantenido bajos, se encuentran ahora en máximos ante la inestabilidad geopolítica. Una circunstancia de precios elevados que, sumado a los tipos de cambio, acarrean importantes desequilibrios en la balanza exterior y afectan directamente a la competitividad de las empresas.

En el contexto actual pesa, y mucho, la lucha contra el cambio climático, ya que "la energía es responsable del 65% de las emisiones". En este punto, el exsecretario de Estado de Energía apostilló que "el éxito o fracaso del cambio climático será el éxito o el fracaso de las políticas energéticas". Por tanto, son tres los retos que, a su juicio, quedan por delante y que no son otros que contar con un suministro seguro, cumplir con los objetivos medioambientales y todo ello sin dejar de ser competitivos.

  • 1