Al menos 255 rebeldes y 77 efectivos de las fuerzas de seguridad murieron hace dos días durante el ataque lanzado por militantes del Movimiento para la Justicia y la Igualdad (MJI) en Jartum, anunciaron fuentes oficiales sudanesas.
Según las fuentes del ministerio de Interior sudanés, unos 340 insurgentes fueron capturados por el Ejército y las fuerzas de seguridad durante la ofensiva efectuada por los rebeldes de Darfur, región en el oeste de Sudán.
Aún así, las fuentes admitieron que todavía hay un gran número de milicianos huidos, entre ellos el dirigente del MJI, Jalil Ibrahim, por lo que aún continúa la campaña de arrestos.
Según las televisiones árabes, Ibrahim amenazó con lanzar más ataques contra la capital sudanesa.
La ofensiva del viernes pasado contra la ciudad de Omdurman, separada de Jartum por el río Nilo, ha sido uno de los mayores ataques rebeldes contra la capital sudanesa en los últimos años y refleja la fragilidad de la situación en un país desgarrado por las guerras.
Tras el ataque, el presidente sudanés, Omar Hasan al Bachir, anunció la ruptura de las relaciones diplomáticas con el vecino Chad, país al que responsabiliza de la ofensiva.
El conflicto de Darfur estalló en febrero de 2003 cuando los grupos rebeldes de esa región se levantaron en armas para protestar contra la pobreza y marginación de la zona, fronteriza con Chad. Desde entonces, cerca de 300.000 personas han muerto y unos dos millones y medio más se han visto forzadas a abandonar sus hogares.
