Hay más de 5.000 razones para que luches, para que quieras reír, para que vuelvas a caminar. Tantas como corredoras, o caminadoras, llenaron ayer la Carrera de la Mujer. La prueba, en su quinta edición en la capital hispalense, batió sus propias marcas al superar las 5.000 participantes, de todas las edades y llegadas de todos los rincones de la provincia, e incluso del resto de la comunidad autónoma.
Es una carrera a beneficio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) para recaudar fondos destinados a la investigación y sensibilización en torno a esta enfermedad, a la que muchas de las participantes le han tenido que hacer o le están haciendo frente. Como Joaquina Valle, que venía de Chiclana de la Frontera (Cádiz) con su hija, a las que se unieron sus cuatro hermanas. “Somos de cantillana, las cinco, aunque ella se fue a vivir allí”, apunta Cati Valle, recordando que el año pasado obtuvieron premio en la categoría de hermanas, una de las muchas que permite este circuito. Incluso el equipo de suegra y nuera. Como Laura Terrón y su suegra, Maribel Castillo, llegadas de Pino Montano y sin dorsales porque se agotaron al superarse las 5.000 participantes, pero no se lo querían perder. “Es la primera vez que vengo y lo vamos a hacer andando, porque nosotras nos damos todos los días nuestro paseíto para caminar, y sabemos que podemos aguantar el ritmo, porque tenemos hora y media, ¿no?”.
Las más rápidas, las que iban a cubrir los cinco kilómetros en menos de 30 minutos, se colocaron delante, y el resto detrás, hasta llenar de una marea de camisetas azules y globos rosas buena parte de una avenida de la Palmera cortada para la ocasión. Tras las vallas, padres, maridos, hijos, novios y amigos para animar. Salvo varios que se atrevieron a colarse entre las féminas e incluso a correr. “No entiendo por qué no dejar participar a hombres, antes decían que porque era contra el cáncer de mama, pero hasta algunos hombres, aunque en un porcentaje muy bajo, lo pueden padecer”, asevera Ricardo Fuentes aguantando el ritmo de un grupo de amigas de Bellavista que se pican a su paso.
La encargada de transmitir el mensaje de apoyo a todas las mujeres que padecen un cáncer, especialmente de mama que se diagnostica cada año a 16.000 en España, fue Carmen Milansdelbosch. Ella, que lo sufrió, también tomó parte en la carrera y animó a “sobrevivir y aprovechar el momento”. Personifica en esta edición de la Carrera de la Mujer el espíritu de superación y lucha contra esta enfermedad. Tiene un reto: hace un llamamiento para que 50.000 mujeres corran con ella en las nueve ciudades de España donde se está llevando a cabo la prueba. Si consigue llegar a esta cifra total de participantes al finalizar el circuito, Buckler 0,0 realizará una donación “muy significativa” a la AECC, aseguran desde la organización. La aportación será destinada al apoyo psicológico para la atención integral del tratamiento del cáncer, que AECC ofrece tanto a pacientes como a familiares.
En lo puramente deportivo, la ganadora fue la atleta Carmen Valle, del club Ohmio de Arahal, con un tiempo de 18:02, seguida de Tamara Pérez (18:10), del Orippo de Dos Hermanas, y de María José Redaño (18:25).
Empujando carritos de bebé, llevando la propia silla de ruedas, con un bastón... Todas para demostrar que se puede. ¿Mi tiempo? 24 minutos y poco. Va por ti, Paqui, el año que viene la haces conmigo. Con nosotras.
