Discos y libros son ya unos clásicos, e incluso tienen sus propias ferias en la ciudad. De la existencia de mercadillos de antigüedades dan cuenta hasta los Cortadillo y Rinconete de Cervantes. En cambio, otros útiles como electrodomésticos, muebles, prendas o un renacido vehículo como la bicicleta viven en la actualidad una segunda adolescencia en el gran centro comercial de la ocasión que conforman las tiendas de segunda mano.
Para dar pie al paseo por este mercado lo primero que se necesita es un medio de transporte. Por sólo 30 euros y la red de carriles bici que tiene Sevilla, lo ideal es hacerse con una bici en cualquiera de las tiendas generalistas de compraventa de artículos, como las dos que la cadena Cash Converters ofrece a elegir en las calles Eduardo Dato o María Auxiliadora. También del estilo de éstas, a finales del pasado año abrió en Triana El mundo del trueque, en la calle Pagés del Corro. Pero, como sucede también en las dos anteriores, la magia tradicional de este tipo de espacios se pierde entre la estridencia de sus colores corporativos. Esa ausencia de misticismo la compensa la garantía que sí ofrecen estos centros, además del catálogo de artículos más amplio: videojuegos, informática, fotografía, instrumentos musicales o aparatos de sonido. Por ejemplo, podemos hacernos con un tocadiscos antes de cambiar de tienda.
"No es sólo por nostalgia", comenta Miguel Ángel Campos Goyo, dependiente de Discos Latimore desde su apertura, hace trece años. Con el espectro temporal que abarca ya esta tienda ubicada en la calle Javier Lasso de la Vega, Goyo ha podido contemplar desde un primer plano el renacer actual del vinilo. "Es un formato que te permite tener la obra terminada, cerrada. Los cedés nos cuesta la vida venderlos, porque te lo copias y por 20 céntimos tienes exactamente lo mismo". En Amor de Dios, también Record Sevilla da muestras de ello, con un espacio dedicado al elepé mayor que el del cedé. Desde dos euros puede uno hacerse con una obra musical en plástico negro que en muchas ocasiones ni siquiera ha sido reeditada en digital. Pero a pesar de la fiebre del microsurco, Goyo confiesa que tiene que vender otros artículos nuevos "como camisetas o merchandising" para así poder salir adelante.
No hay problema: la ropa está incluida en este enorme mercado de la reutilización. Desde hace medio año, Sevilla cuenta con dos boutiques de prendas de ocasión de la cadena Humana, en Menéndez y Pelayo y en Feria. Este elocuente nombre lo respalda la actividad de la fundación Pueblo para el Pueblo, dedicada a la recogida de ropa para financiar planes de cooperación en países en vías de desarrollo. Lipasam ya se ha puesto las pilas e instalará 100 contenedores de recogida. La fórmula es sencilla: el 40% de la ropa se envía a África, el 30% se recicla, y el resto se destina a la venta en estas tiendas.
El embrujo de estos establecimientos hace que emanen un olor característico, no muy recomendable para los alérgicos al polvo. Pero más allá del detalle, ese aroma único da una idea de las muchas otras vidas por las que han pasado estos objetos. La sensación de descubrir, por ejemplo, una foto de la amante del viejo propietario de un libro entre sus páginas bien vale los escasos dos euros que cuestan muchos de estos ejemplares.
"La mayoría procede de herencias, de desalojo de desvanes", dice José Manuel Quesada, propietario de la pequeña librería Alejandría, emplazada en el pasaje de Los Azahares. Don Cecilio, un hito ya clásico en la segunda mano, combina la venta de todo tipo de fotografías y papel editado con grandes dosis de música envasada en vinilo, casete o cedé. Cuando uno entra en esta última tienda de la calle Castilla tiene la sensación de retrotraerse al menos 30 años, por mucho que aquellos tiempos se hayan conocido a través los libros.
Tiempos de trueques. En la calle Feria todavía queda un lugar donde se mantiene esta fórmula de intercambio: la librería Baena. Sólo hace falta tener 26 céntimos en el bolsillo y una novela leída para cambiarla por otra por leer: western, novela rosa o negra, de suspense, etc.
Los recursos de papel en Sevilla son amplios: Los Terceros en la plaza homónima; Antonio Castro en la calle Sol; o Miau, en la calle Recaredo. En www.uniliber.es dan cuenta de casi todas estas librerías. Y para poder acceder a esta web, un portátil por poco más de 100 euros en tiendas como Alibán, en la calle María José Segovia, o la cercana 123 Informática de Marqués de Nervión.
En la época del libro digital, la batalla del almacenamiento la gana el e-book; más aún si nos tenemos que desplazar en bici. Pero al socorro de los más clásicos están los muebles de ocasión puestos a la venta en los almacenes de las asociaciones Karem, en la calle Mirto, y Betel, en avenida de Jerez. Ambas además se ocupan de la reinserción de colectivos en riesgos de exclusión.
El tiempo vivido es la garantía para estos productos: si han aguantado durante tanto, es probable que lo sigan haciendo un poco más. Y por menos.
De utilidad:
Qué: Tiendas de segunda mano: Discos, libros, cómics, muebles, electrodomésticos, bicis, ropa, y mucho más.
Dónde: Artículos varios en Cash Converters (Eduardo Dato 83, María Auxiliadora, 18), El mundo del trueque (Pagés del Corro, 104) y los almacenes de Karem (Mirto s/n) y Betel (Av. de Jerez 64). Discos en Latimore (Javier Lasso de la Vega, 4) y Record Sevilla (Amor de Dios, 27). Ropa en Humana (Feria, 145; Menéndez y Pelayo, 52). Para las librerías, en www.uniliber.es tienen un listado bastante amplio.
Cómo: Mediante compra, venta o incluso trueque.
