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Mata, descuartiza y tira a la basura a su novia en Elche

El hombre detenido como presunto autor del descuartizamiento de una mujer en Elche era su pareja sentimental y ha reconocido que se deshizo del cadáver repartiéndolo en cuatro contenedores de basura.

el 16 sep 2009 / 04:17 h.

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El hombre detenido como presunto autor del descuartizamiento de una mujer en Elche (Alicante) era su pareja sentimental y ha reconocido a los agentes que se deshizo del cadáver repartiéndolo en bolsas en cuatro contenedores de basura.

El portavoz del Cuerpo Nacional de Policía en Alicante, Blas García, ha informado de que la víctima, de 35 años, vecina de Elche y nacida en Alicante, había interpuesto en el pasado denuncias por haber sufrido episodios de violencia machista aunque dirigidas contra parejas anteriores y no contra el actual detenido.

El arrestado, de 49 años y español, trató de mentir a los agentes cuando fue preguntado por su posible relación aunque fue llevado a comisaría por las "incoherencias" de su testimonio.

Poco después, ya en las dependencias policiales, confesó ser el autor del crimen e, incluso, desveló en qué contenedor de basura se hallaban las partes del cuerpo de la víctima que todavía no habían sido localizadas.

El suceso se descubrió sobre las 16.00 horas de ayer cuando tres personas que rebuscaban en los contenedores del barrio ilicitano de El Pla, concretamente en la confluencia de las calles Pedro Juan Perpiñán y Antonio Sansano Franco, hallaron la pierna de una mujer en el interior de una bolsa.

Tras comprobar que, efectivamente, se trataba de parte de un cuerpo humano, la policía judicial acordonó la zona y efectuó un rastreo en los contenedores cercanos.

En tres de ellos, se encontraron en varias bolsas los miembros inferiores y superiores, así como el torso desnudo y sin cabeza de la mujer María Paz M.G.

La juez de guardia decretó que los citados contenedores fueran trasladados a un centro de residuos para efectuar una búsqueda pormenorizada aunque el deteriorado estado del cadáver hizo que la identificación de la mujer se prolongara durante varias horas.

Una vez conocida su identidad, la Policía entró en el domicilio alquilado por la fallecida y allí no había nadie, aunque se observaron indicios de que el lugar había sido limpiado, y las ventanas habían sido abiertas, al parecer, para airear el ambiente.

Todo ello hizo que las investigaciones se centraran desde un primer momento en la pareja sentimental, un hombre que tenía antecedentes policiales (al parecer por robo) y que al poco tiempo fue localizado en las inmediaciones del domicilio.

Al ser interrogado, el hombre tuvo varias incoherencias que aumentaron las sospechas de la Policía, que decidió trasladarlo a la comisaría, donde poco después confesó el crimen.

En el relato de los hechos ante los policías, este hombre desveló el cuarto contenedor donde había depositado partes del cuerpo de su novia, el cual también fue precintado y trasladado al depósito de residuos.

Al parecer, el presunto homicida había descuartizado a la víctima en el domicilio, situado en una quinta planta sin ascensor, y él mismo bajó las bolsas con el cuerpo hasta los contenedores cercanos.

La juez de guardia ha decretado el secreto de las actuaciones y está previsto que el presunto homicida pase a disposición judicial a partir de mañana mientras que el cadáver ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Alicante para una autopsia.

La subdelegada del Gobierno en Alicante, Encarna Llinares, ha condenado el crimen y ha convocado cinco minutos de concentración silenciosa para mañana, al mediodía, como repulsa por este nuevo caso de violencia de género, lacra que ya suma tres víctimas en la provincia en lo que va de 2009.

Llinares ha incidido en que no había denuncias previas por supuestos malos tratos entre la víctima y el detenido, y ha pedido a las mujeres que sufran este tipo de delito que se atrevan a denunciar.

En declaraciones a EFE-TV, varios vecinos de la pareja han comentado que habían visto "subir y bajar" a la víctima y al detenido, y que "nunca" les habían oído discutir o habían observado problemas entre ellos.

"Eran una pareja normal", han coincidido, por lo que han declarado sentirse "muy sorprendidos" por lo ocurrido

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