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Economía

"Me equivoqué muchas veces, pero los forrajes tienen futuro"

David Martín. Agricultor

el 29 jun 2014 / 15:00 h.

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Cuenta que fue un documental sobre el crecimiento de la población mundial y la carestía de alimentos el que le llevó a pensar en el agro como una actividad con futuro. Ante la «especulación» sobre las materias primas y la subida de los piensos se planteó desde Los Palacios aumentar las variedades de forrajes. Y acertó con el mulato. David Martín. Foto: El Correo David Martín. Foto: El Correo Tenía agricultores en su familia. No fue ése el motivo para adentrarse en el negocio agrario, en concreto en el cultivo de forrajes hasta ahora desconocidos en España, sino un documental sobre las necesidades futuras de alimentos en un entorno de crecimiento permanente de la población mundial y la urgencia de rebajar los costes de producción para así esquivar los «disparatados» precios de las materias primas y los piensos para el ganado. Es David Martín. «Y me puse a rastrear por mi cuenta. Contacté con centros de investigación internacionales. Viajé a Sudamérica. Y encontré varios cultivos forrajeros para ver si podrían adaptarse a la agricultura española». En un campo de ensayo en Los Palacios, probó con un rosario de variedades de pastos: mulato, mombasa, caymán, estilosantes... Todos ellos con mayor calidad nutritiva o rendimiento que los tradicionales de estos lares. Algunos específicos para animales rumiantes, otros para equinos, otros para vacuno de leche... «Me equivoqué muchas veces durante tres años. El pasado enero saqué al mercado mi primera cosecha y me va muy bien. Tanto que he duplicado mis objetivos iniciales de venta», relata. El agricultor y el ganadero, añade, tienen ahora un abanico más amplio de forrajes, reduciéndose el coste de la alimentación animal frente a los piensos elaborados y la «especulación» que impera en los mercados internacionales de las materias primas agrarias. «¿Que por qué me equivoqué tanto? Yo no soy ingeniero agrónomo. Al finalizar COU me puse a trabajar en hoteles y después, en inmobiliarias. ¿Que por qué me metí en esto? Pues no lo sé realmente. Quizás sin querer. Pero aquí estoy, y satisfecho. ¿Que si recibí ayudas? Ni públicas ni privadas. Todo el esfuerzo fue con recursos propios. ¿Pedir un crédito? No, ni me lo planteé; éste era un proyecto muy arduo». Madrileño de nacimiento, sevillano de adopción, Martín considera que su negocio –vender su forraje y también tiene la exclusiva en España de la comercialización de algunas semillas forrajeras, todo a través de su empresa Efecto Soluciones– «irá a más», al igual que el conjunto de la ganadería y la agricultura. «Las tierras son las que son pero en el mundo seremos más y más. Y a los jóvenes, un consejo: «Que innoven y no se queden con el clasicismo agrario».

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