La cantaora Mercedes Cubero acaba de lanzar al mercado Despiértate, su último disco, una mixtura de flamenco y canciones que se ha producido la misma artista sevillana.
Mercedes Cubero tiene una de las mejores voces del cante actual y reclama un sitio en los circuitos flamencos. Lo tiene en la saeta, estilo donde es indiscutida, pero no se conforma. "Soy cantaora, siempre lo he sido y estoy en un gran momento de voz", nos aseguró el pasado martes en El Brasal de Gines, donde su hijo Baldomero es jefe de cocina.
La cantaora de la calle Moratín de Sevilla, aunque criada en Castilleja de la Cuesta, se reveló como una especie de niña prodigio de la saeta, arte que heredó de su padre. "Era un gran saetero, al igual que mi hermana, pero mi padre nunca quiso que yo cantara de forma profesional porque sabía que para llegar a algo había que pasar por ciertas cosas...", asegura la artista. Con el paso de los años tuvo que darle la razón a su padre, aunque ella lo tuvo claro. "Yo iba con mi voz y con mi arte a donde hiciera falta, pero sin la cama de por medio", afirma orgullosa la cantaora.
Eso lo tenía reservado para el hombre de su vida, el dueño del tablao El Embrujo, de Castilleja, sala que desapareció hace años. "Cuando apareció el que hoy es mi marido y padre de mis hijos, se esforzó en apoyarme siempre y aún sigue estando ahí", asegura Mercedes muy orgullosa.
Probó suerte en la canción española y se fue a Madrid en busca del Maestro Solano, que le hizo un disco para convertirla en primera figura, puesto que creyó siempre en su voz. "Pero algunas figuras de la época, cuyos nombres prefiero callarme [lo decimos nosotros: La Pantoja era una de ellas], se encargaron de ponerme barreras para que no avanzara", denuncia la artista.
Mano negra.
José María Íñigo la escuchó y lo preparó todo para lanzarla al estrellato desde uno de sus célebres programas de televisión. Sin embargo, "otra mano negra me cerró también esa puerta y tuve que seguir luchando sola, cantando saetas y lo que hiciera falta para sobrevivir", dice resignada.
Su prestigio como artista del cante es incuestionable, pero Mercedes Cubero no ha cantado nunca en la Bienal ni en esos festivales de flamenco "donde tanto trabajo cuesta entrar", tercia enfadada, de ahí que haya lanzado este disco, Despiértate, "con la intención de demostrar que soy capaz de cantar por seguiriyas, tarantos, fandangos y saetas, pero también otras cosas".
Con la guitarra de Juan Carlos Berlanga y un buen ramillete de buenos músicos y letristas, Mercedes Cubero se lanza de nuevo a la arena del disco y deja claro que lo que más le interesa ahora es el cante flamenco. Le espera un ciclo con la Diputación de Sevilla, el tiempo de las saetas y todo un año por delante para esperar su momento.
