El Jardín Americano creado para la celebración de la Expo' 92, que actualmente está sometiéndose a una rehabilitación integral para abrir a final de año, ha sido incluido por la Consejería de Medio Ambiente en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz en la categoría de jardines históricos.
Según ha comunicado hoy en rueda de prensa la delegada municipal de Medio Ambiente, Encarnación Martínez (PSOE), "tras esta actuación, el jardín, único de su especie en Europa, pasará a ser un bien de interés cultural e histórico y formará parte del el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz".
Las especies que se encontraban en el jardín durante la Expo'92 fueron traídas desde todos los países de Iberoamérica, y tras ser incluido en dicho catálogo ahora "se consigue que estén especialmente protegidas para las generaciones venideras y entra en los planes de protección de parques de la Junta de Andalucía", ha señalado la edil.
El Jardín Americano, que se encuadra entre el Camino de Los Descubrimientos y la Dársena del Río Guadalquivir, acoge en la actualidad 151 especies identificadas y unas quince más que aún están por identificar, y que pertenecen a los géneros de Opuntia, Pereskia y otras que pertenecen a la familia de las cactáceas.
A final de año, cuando acaben los trabajos de rehabilitación del parque, aumentarán en un 40 por ciento las especies, "llegando a las 400 especies diferentes de árboles", según Francisco Oñate, director de la Fundación Naturalia XXI, la entidad que ha solicitado a la Consejería la inclusión del Jardín Americano en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz
En su interior se ubica el Umbráculo, un elemento característico del Jardín, al ocupar una superficie de 1.700 metros cuadrados, con una altura máxima de 8 metros, y formado por lamas de madera certificada dispuestas con una inclinación que favorece el sombreado necesario para las plantas subtropicales y tropicales.
Las dos hectáreas que ocupa el Jardín Americano se someten actualmente a un proceso de regeneración desarrollado conjuntamente por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y el Ayuntamiento de Sevilla, que en 2010 recuperará gran parte de las especies mostradas durante la Exposición Universal de 1992.
Cuando se abra al público se podrá acceder a él a través de una pasarela de madera flotante, que va desde el antiguo Pabellón de la Navegación hasta la pasarela de la Isla de La Cartuja ubicado junto al Monasterio de Santa María de Las Cuevas, y tendrá un horario determinado para que reciba visitas, que también serán guiadas.
