Pepe Mel y Julio Velázquez (Inma Flores).
Pepe Mel, después de siete partidos al frente del Real Betis en esta su segunda etapa, firma prácticamente los mismos guarismos que Julio Velázquez en sus siete primeros. Trece puntos han conseguido ambos, sólo uno más de los que se embolsó el equipo con Juan Merino en el tránsito entre uno y otro, aunque el linense los sumó en solo cuatro partidos, con un pleno de victorias que catapultaron al equipo verdiblanco en la clasificación.
Cuando Julio Velázquez fue destituido, tras la derrota en casa ante el Alavés, el Betis penaba en la sexta plaza de la clasificación (21 puntos en 14 jornadas), a ocho puntos de los los entonces líderes (Las Palmas y Girona, 29 pts) y solo con uno más que el séptimo, que era el Recreativo de Huelva con 20 (hoy, once jornadas después, es vicecolista y solo suma 23).
El doce de doce con Merino permitió recortar puntos a todos los rivales y catapultó al Betis hasta la tercera plaza (33 pts), a solo tres de Las Palmas y Sporting (36), pues en ese corto tramo de cuatro jornadas los verdiblancos sumaron diez puntos más que el Girona, seis más que el Valladolid, cinco más que Las Palmas y dos más que el Sporting de Gijón.
Pepe Mel recibió un equipo en alza y, aunque no logró mantener la racha victoriosa al empatar en su debut en Alcorcón, el posterior triunfo ante el Tenerife y el logrado en El Molinón ante el Sporting que perdió su primer y único partido hasta la fecha le devolvieron a la segunda plaza de ascenso directo, que mantuvo tras el fácil y escaso triunfo casero ante el Sabadell (2-0).
El posterior empate en Soria hizo descender a los verdiblancos a la cuarta plaza, precisamente por culpa del goal-average general, pues Girona y Sporting lo tienen mejor. El empate a última hora de la Ponferradina lo privó de compartir liderato con Las Palmas, Girona y Sporting, y el nuevo empate en Albacete lo distancia a cinco puntos del líder (Las Palmas) y a dos del triplete perseguidor que forman Valladolid, Girona y Sporting.
LA PRIMERA 'FINAL' El partido del sábado contra el Girona, inesperado rival directísimo en la lucha por ascender, se presenta por tanto como la primera final para Pepe Mel. Velázquez ya salvó una ante los gerundenses, a los que visitó tras dos derrotas, con un triunfo por 1-3 que le dio vida para varias jornadas más. Tras tres partidos sin ganar (empates con Valladolid y Las Palmas y postrer derrota en Leganés), el técnico vallisoletano volvió a salvar otro match-ball al ganarle al Recre. Luego llegó la increíble derrota de Pamplona ante Osasuna (3-2) tras una excelente primera parte y ponerse 0-2, un apurado triunfo ante el Barça, otra remontada sufrida ante el Zaragoza (2-2) y la puntilla que la dio el Alavés (1-2).
El Betis fue haciendo la goma y, pese a no estar nunca más de tres partidos sin ganar, se distanció ocho puntos del ascenso directo y la destitución del técnico fue irreversible. Ahora son tres los partidos que lleva sin ganar y un cuarto desencadenaría, sin duda, una crisis en toda regla. La exigencia es máxima y la respuesta del equipo, de momento, no es la adecuada.
