Pepe Mel ha vivido cinco meses intensísimos con el Betis en Primera, probó la miel del liderato y la hiel de una racha horrible, sin parangón en la historia del club.
–¿Qué nota le pondría al equipo en esta primera vuelta?
–Yo creo que este no es un equipo normal de Primera, pues además de ser un recién ascendido, está en ley concursal, con muchos jugadores que vienen de Segunda B, algún juvenil… y muy limitado de recursos económicos, así que tras hacer 23 puntos en una Primera división que es la más potente del mundo, creo que al equipo hay que darle un bien, otra nota hacia abajo sería faltar a la realidad.
–La nota no es mejor por la famosa racha de uno de treinta...
–Por eso mismo no podemos pasar del ‘bien’, hemos de ser más estables, tener una trayectoria más tranquila en lo bueno e incluso en las cosas malas. El equipo hizo muchas cosas bien que a veces no se reflejaron y por esa inmadurez no se lograron mejores resultados en bastantes partidos.
–¿Echa de menos muchos puntos aparte de los 23 logrados?
–Sí, no sólo yo, la gente en general. No merecimos a lo mejor ganar los cuatro primeros partidos seguidos, pues hubo alguno que pudimos empatar perfectamente, pero de los diez sin ganar, no fue normal perder en Villarreal, Santander o sobre todo en Pamplona, o no puntuar con la Real Sociedad, el Levante o el Rayo. Hubo muchas cosas que no fueron normales. El fútbol es lo que es, la puntuación es la que tenemos y, por todo eso, al equipo hay que darle un bien.
–En algun momento de esa nefasta racha se debió ver con los dos pies fuera del Betis ¿o no?
–Es normal, soy entrenador de fútbol y me rijo por los mismos paramétros que los demás. Lo único que no ha sido igual es que por primera vez una afición ha tenido memoria, memoria de que otra mucha gente que estuvo conmigo y me ayudó, entre todos juntos, a lograr sacar al Betis de una situación muy dificil, con tres presidentes, tres directivas, una ley concursal, una intervencion judicial, hubo que limpiar la plantilla, subir chavales de abajo, todo y con eso fuimos campeones... la gente tuvo memoria de eso y tuvo paciencia con nosotros. Yo le estoy eternamentye agradecido a la afición del Betis. Además cada vez que el partido se ponía en contra coreaban mi nombre, eso es muy complicado de conseguir de una afición.
–Aparte del apoyo de la afición ¿cree que ayudó a su continuidad el blindaje de su contrato y la ruinosa economía del club?
–Lo de mi contrato, que parece de interés general, lo aclaro una vez más. Yo firmé porque el Betis me quiso renovar, tras entrar en concurso entiendo que mi contrato no se ajusta a lo que el Betis necesita y de buena fe accedí a que se cambiara, y a cambio de eso el club me hizo otro de tres años porque se confiaba en mí y se me pedía una serie de cosas que estaba cumpliendo. Es normal que no se resuelva por dos meses malos. Todo fue unido, el apoyo de la afición, del vestuario, de la gente del club y el saber que tenemos un objetivo común y que este equipo necesita estabilidad.
–¿Se sintió también respaldado plenamente por la dirección deportiva, Stosic y su gente?
–Mire, hasta que llegó Stosic con su equipo, Jose Antonio Gordillo, Juan Ureña y Emilio Vega, yo lo hacía todo. Cuando llegué estaban fichados Momo, Salva Sevilla y Jorge Molina, al resto los tuve que fichar yo. Entonces, para mí ha sido un bálsamo que venga gente a hacer esa tarea y yo no me tenga que ocupar de eso. Me parece perfecto, no tengo nada que decir, al contrario, el club necesita que haya gente que continuamente esté viendo fútbol de otros puntos del mundo de los que yo solo no puedo abarcar. Eso es lo que estamos haciendo, el fichaje de Agra es consecuencia de eso, lo han visto bastantes personas, Emilio (Vega), Juan (Ureña), Vlada (Stosic)... y al final deciden que es bueno para el club y yo encantado.
–¿Qué me dice de Paulao?
–Bueno, a Paulao yo ya le conozco de jugar la final de la UEFA, jugó también contra el Sevilla en el Sanchez-Pizjuán, y le vi en el Braga varias veces. Al fin y al cabo, la decisión final es de la dirección deportiva también, una vez quedó claro que era la mejor opción dentro de las posibilidades que había, toda vez que con Ricardo Costa no podíamos hacer nada porque el Valencia no quería dejarle salir.
–¿Ha habido posibilidades reales de incorporar al madridista Granero?
–Ese es un tema especial, el único que he llevado yo personalmente porque me une una buena relación con Esteban (Granero). Él quería venir al Betis y nosotros, encantados de que él viniera, pero la lesion de Khedira lo paró todo. Su situación, gracias a dios para él, ha cambiado en el Madrid y ahora va a tener los minutos que antes no tenía. Estuvo muy cerca de venir, pero todo se truncó en 24 horas.
–Volvamos a la mala racha ¿tocó fondo el equipo en el partido contra la Real? ¿fue ese el punto de inflexión?
–Cuando las cosas no funcionan de forma sistemática hay que cambiar posiciones y movimientos. Creo que sí, que ese día tocamos fondo, de Pamplona nos fuimos con sensaciones distintas, con la Real hicimos muchas cosas mal, pero el partido ante Osasuna, pese a la derrota, fue importantísimo. Empezamos jugando de una manera (defensa de cinco), pero al descanso nos miramos y dijimos: nosotros tenemos unas señas de identidad y hay que morir con ellas. Nos vino muy bien la primera parte de Pamplona para todo lo que vino después: el Betis tiene una forma de jugar reconocible desde que llegué, juega bien al fútbol y de memoria, y eso es mérito de los futbolistas.
–A raíz de ahí empezaron a funcionar sus planes B y C, hasta ese momento fallidos.
–Así es, incluso a lo largo de un partido somos capaces de jugar de varias maneras distintas, y obligamos al Barça, en el Camp Nou, a que cambiara su defensa de tres a cuatro porque veía que le podíamos ganar el partido. Si esa riqueza de variaciones tácticas la mantenemos, el equipo se hará grande.
–Apunta buenas maneras su Betis, y eso que la aportación de los fichajes es baja, pero la cantera está respondiendo...
–Lo que importa es formar un equipo, da igual con fichajes o gente de aquí. Si los que vienen de fuera, de momento, no aportan lo que pensábamios, igual es porque lo están haciendo muy bien gente como Pozuelo, Vadillo, Alex, Sergio o el mismo Cañas, que el año pasado fue el gran olvidado de la gente y cada día crece más. Nos va a dar muchas cosas, igual que nos las da Roque (Santa Cruz), que está haciendo mejores futbolistas a Rubén, Jorge y Jonathan, está sacando lo mejor de ellos.
–¿Su equipo tiene nivel para competir con el Sevilla FC?
–No quiero eludir la respuesta y ser elegante, la verdad. No me fijo en el Sevilla, sino en el día a día. Lo importante ahora es el Granada. Lo que dice la clasificación es que el Sevilla es tres puntos mejor que nosotros. Está claro que ellos vienen de diez años maravillosos, tenemos envidia sana porque ganaron dos Uefas, dos Copas y continuamente están en Europa. Nosotros venimos de Segunda y estamos a tres puntos de ellos, señal de que hacemos las cosas medianamente bien.
–Al ver al Mirandés en la Copa ¿se arrepiente de haber puesto a los suplentes en Córdoba?
–No, lo volvería a hacer. Metimos a los que no juegan, si no lo hago el el nivel competitivo del vestuario baja, se merma su confianza, era el partido idóneo para los que no venían jugando. No lo tiramos a la basura, fue un 1-0 y luego no pasamos. Lo que nos importa de verdad es llegar al último mes, mayo, con los deberes hechos. Tenemos a Sevilla y Barça para acabar la Liga y mejor que no seamos nosotros quienes nos juguemos algo en esos partidos
–¿Habrá más fichajes antes del cierre del mercado invernal?
–Mentiría si dijera que no seguimos escarbando el mercado, lo que pasa es que la prioridad era esa, traer un central. Estoy seguro de que en la última semana, que es ya mismo, habrá mucha gente que quiere salir de otros sitios y hemos de estar expectantes, sin volvernos locos, a ver qué nos ofrece el mercado. No podemos tapar salidas de gente y necesitamos mejorar lo que tenemos aquí.
–¿Parejo es una posibilidad?
–A día de hoy, no. Granero sí lo fue, pero se torció por lo que dijimos. Ahora la prioridad es dar algunas bajas.
–¿Qué pasa con Ezequiel?
–A Ezequiel lo subí yo al primer equipo, confío en él, le tengo mucho cariño, un sentimiento casi paternal, como con todos los de la cantera, pero creemos que Ezequiel necesita competir todos los domingos en una categoría en la que se pueda sentir importante. Lo queremos recoger en verano más hecho. Ayer estuve hablando aquí en el despacho con él, en esa misma silla: tienes que volver con veinte partidos jugados en Segunda, le dije. Es un diamante en bruto y lo tenemos que pulir. Me parece una falta de respeto las cosas que se han dicho del chaval.
–¿Qué espera de la segunda vuelta del campeonato?
–Como mínimo sumar los mismos puntos que tenemos, pero espero más. Que no seamos peritas en dulce como fuimos en algunos partidos, que a los rivales les cueste ganarnos. Estoy orgulloso de las siete victorias pero no puedo estarlo de las diez derrotas. El otro día con el Sevilla fuimos inteligentes, paramos sus contras, en la segunda parte no tuvieron ocasión de ganar, en eso hemos mejorado. Estamos capacitados para ganar a través del oficio de los futbolistas, lo que al principio no pasaba.
