Pepe Mel, delante de Emana en un entrenamiento.
Pepe Mel estuvo tres temporadas y media en el Rayo Vallecano, de donde se marchó con un excepcional balance de 75 victorias, 59 empates y 35 derrotas, 238 goles a favor y 160 en contra en 169 partidos oficiales. También se fue de allí pocos meses después de convertirse en el técnico con más partidos al frente del conjunto madrileño, por delante de Juande Ramos. Pero igualmente dijo adiós por la puerta de atrás, destituido por una directiva que exigía el ascenso a Primera apenas un año y medio después de estar en Segunda B. Lo que son las cosas: mañana, cuando vuelva a sentarse en el banquillo de Vallecas, se cumplirán 400 días de su cese. Ha pasado el tiempo pero Mel aún habla como un rayista más (él y su mujer aún son socios) y el hecho de que el Rayo, como el Betis, esté a punto de entrar en concurso de acreedores no hace más que agrandar esa afinidad."Sabemos muy bien lo que están pasando y por eso digo que son grandes profesionales y lo están demostrando. La afición, los jugadores y el cuerpo técnico están a la altura de ese club, compitiendo cada domingo y en puesto de ascenso directo. Al igual que nosotros, ellos se han abstraído. Nuestra enhorabuena desde Sevilla", ensalzó ayer Mel, que dejó claro que a él no le decepcionan las críticas de la presidenta: "Me decepcionaría si el Rayo no subiera, si la afición no me quisiera o si los profesionales no actuaran como están actuando. Estoy orgulloso de los jugadores que he tenido porque están demostrando que son unos profesionales estupendos. Y estoy orgulloso de la afición, porque el 100% está en el paro y sin embargo está con su equipo".
En cuanto a las palabras de Teresa Rivero, "se califican por sí solas", espetó. "Un trabajador al que se le echa y, después de un año y medio sin cobrar, la gente se ha enterado esta semana... Me he portado excesivamente bien, dejé que pasara el mercado y ni Rubén Castro ni yo denunciamos para no hacer lo que ella da a entender que hicimos, que es mentira", agregó.
Orgullos y polémicas aparte, Mel trató de dar al duelo de mañana la importancia que tiene, grande pero no más. "Tampoco lo vemos como muy trascendental. Sería así si estuviésemos en los cinco últimos partidos, pero después nos quedan 33 puntos, son demasiados como para pensar que lo que pase en Vallecas es definitivo. Pase lo que pase, además, seguiremos en ascenso, así que tampoco es trágico. No es definitivo", reiteró el técnico verdiblanco, que recuerda que el Rayo "no tiene ninguna baja". "Juegan Piti, Armenteros, Trejo, Aganzo, Amaya, Coke... los que juegan siempre. ¡Si van a jugar todos! Es como si yo digo que tengo de baja a Odonkor", puso de ejemplo.
