"Queridos Reyes Magos: Pese a que este año no vais a pasar por mi puerta, acordaos, al menos, de traernos el final de las obras que venimos aguantando". Podría ser el comienzo de la carta a Melchor, Gaspar o Baltasar que se escribirá en muchos hogares de Asunción, la plaza de la Encarnación el entorno del parque de María Luisa y la avenida de Lisboa, enclaves históricos de la Cabalgata de Reyes que para 2010 han sido excluidos debido a las obras.
El desplante de los Magos y su séquito no ha sentado bien a algunos vecinos y comerciantes: "Es una puñalada más y un nuevo paso para la destrucción del centro de la ciudad", espetaba ayer el presidente de la asociación de vecinos Entorno a Regina, José Luis Cano, quien, en alusión a los retrasos acumulados en el proyecto de las setas y el mercado, subrayó que "la impresión es que la Cabalgata no pasará nunca más por aquí, porque esto es la zona cero, nos tienen aislados y esto está cada vez más vacío". Más comprensivo con el cambio del cortejo del próximo 5 de enero se mostraba Rafael Sánchez, comerciante del entorno de Puente y Pellón: "Hasta cierto punto veo natural que no pase por aquí [por la Encarnación]. Lo que no es tan natural, es la situación misma de las obras". Para cierto sector de los comerciantes, el desvío de la Cabalgata no es el problema, si no las obras que amenazan a sus negocios: "Nos preocupa más que el ciudadano de a pie no pueda acceder al Centro dado el cúmulo de obras que hay", señalaba Eusebio Álvarez. En la otra orilla, en la calle Asunción (otra de las vías que queda fuera del recorrido oficial), lo tienen claro. Que se queden sin Reyes es un "mal menor", siempre y cuando Melchor se lleve en su dromedario la piqueta y las vallas: "Lo importante es que terminen las obras, antes de que pase la Cabalgata por Asunción", sentenciaba Sonia Fernández, vecina de este enclave de Los Remedios abierto en canal desde abril por la mejora de las redes de saneamiento y el proyecto municipal de peatonalización que tanta polémica ha levantado.
Eso sí, en Los Remedios no están dispuestos a renunciar del todo a la tarde del 5 de enero. Si no se puede por Asunción, que los caramelos llenen otras vías del barrio, como Juan Sebastián Elcano: "Sería el mejor regalo de Reyes para una zona tan castigados por las obras", remataba Carlos del Junco, portavoz de los comerciantes de Asunción. Todo es posible en Reyes.
