La Operación Paso del Estrecho (OPE) sufrirá este año, el tercero consecutivo, un estancamiento en el número de viajeros. La crisis ha azotado tanto a España como a Francia, los países desde donde los marroquíes toman carretera y manta camino de su país, y el flujo de veraneantes desciende: pasó de 2,8 millones de pasajeros en 2007 a 2,6 en 2008 y 2,4 en 2009 (un 7,7% menos respecto al año anterior).
Para este año, según confirma el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, la cifra se estancará en los 2,5 millones de viajeros y los 650.000 vehículos (el año pasado la cifra ya bajó un 8,7% respecto a 2008.
Sin embargo, el Estado reforzará su despliegue con el fin de "allanar al máximo" el viaje: dispondrá de 13.000 efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y policías portuarios, 4.000 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) listos para el refuerzo, 36 buques, 43 médicos, más de 400 voluntarios de Cruz Roja... El objetivo es cerrar el periodo de vigilancia, abierto entre el 15 de junio y el 15 de septiembre, "sin incidentes y sin esperas en aparcamientos, de forma que todo discurra con absoluta normalidad", señala el delegado.
Una tendencia que se deja ver cada año es la disminución en el número de viajeros que vuelven usando la misma ruta del Paso del Estrecho; en dos años la cifra ha caído más de 20 puntos. El motivo: aumentan los viajeros que optan por el avión y cada vez se hace más escalonada la travesía, lo que adelgaza los cuellos de botella.
En Andalucía se verán especialmente movilizados los puertos de Málaga, Almería, Algeciras y Tarifa (Cádiz). Se prevé un mantenimiento del flujo de viajeros en los tres primeros, mientras que el Tarifa "habrá más movimiento", ya que empezará a operar el puerto marroquí de Tánger-Med.
Uno de los principales esfuerzos de las autoridades portuarias es la creación de 7.000 plazas de aparcamiento en Algeciras, 2.500 en Los Barrios, 700 en Tarifa, 6.000 en Almería y 268 en Málaga. "El reto es el de mantener los tiempos de espera a cero, que es lo que más puede cansar y desmoralizar a los visitantes. Ahora se llega y se embarca casi de inmediado, nada que ver con la media de ocho horas de cola de hace apenas cuatro años", sostiene López Garzón.
Se mantienen los servicios de guardería, de información, de agilización de la documentación para limitar los embotellamientos y lograr que "el proceso sea lo más humano y seguro posible, teniendo en cuenta que se podrán pasar hasta 95.000 personas o 25.000 vehículos en un día punta".
Precisamente esos días fuertes se esperan para los dos últimos fines de semana de julio, teniendo en cuenta que este año el Ramadán -el mes santo de ayuno de los musulmanes- se celebrará del 11 de agosto al 10 de septiembre y serán muchos los marroquíes que quieran pasarl esta fiesta con sus familias, en su país.
López Garzón defiende el coste del operativo (el mayor al que se enfrenta el Gobierno central en la comunidad andaluza), ya que los 11 millones de euros presupuestados dan para lo "imprescindible" y para "cumplir con la obligación de prevención, cuidado y atención a estos ciudadanos".
