Si usted lector o lectora quiere hacerse con un fondo de armario a buen precio no dude en coger su coche y trasladarse hasta Montellano para comprar en el rastrillo navideño que ha montado la asociación Pérez Marina. Su objetivo es recaudar fondos para ayudar al colectivo de discapacitados y a los más necesitados de la localidad.
En este rastrillo, que estará abierto hasta después de las fiestas navideñas, además de encontrar objetos de segunda mano y artesanía también se puede adquirir ropa totalmente nueva, sin estrenar, con etiqueta y todo, según relata con orgullo la presidenta de la asociación, Ana María Salguero, quien se enorgullece de todas las personas que les donan artículos para vender, como varias tiendas que han cerrado y nos han dado la ropa que tenían.
Gracias a este apoyo, en el rastrillo se pueden adquirir cinco pares de calcetines a un euro, jerseys, camisas y camisones a dos euros y hasta trajes de chaqueta por cinco euros. El rastrillo está ubicado en la calle Martín Salazar y abre todos los días, menos los domingos, de 11.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas.
Además, para obtener más ingresos con los que ayudar a los necesitados y a los niños discapacitados con los que trabajan, también organizan rifas y hasta tienen prevista una merienda para los socios, unos 200, que abonan tres euros para poder asistir a esta actividad, como donativo. Es la única cuota que cobramos a las personas que pertenecen a nuestra asociación, porque las cosas están muy mal, remarca Salguero.
De hecho, explica que desde hace unos cinco años, viendo la necesidad que había en Montellano, un municipio de unos 7.000 vecinos, montaron un ropero solidario en el que se reparte la ropa que reciben después de haberla lavado y arreglado adecuadamente. La situación económica es muy mala y cada vez va a peor, eso se nota en que al principio las familias sólo venían a pedir ropa para niños pequeños, pero ahora nos demandan también mucha ropa de hogar como sábanas y mantas, manifiesta la presidenta de la asociación Pérez Marina.
Este ropero solidario está ubicado en la calle Mesones y abre los lunes, martes y miércoles, de 17.00 a 19.00 horas.
Aunque ahora esta asociación dedica muchos esfuerzos a apoyar a las personas que más están sufriendo la crisis, cuando nació hace ya una veintena de años se constituyó para ayudar a discapacitados, con los que está realizando un taller de cerámica en el centro ocupacional, que es el que pone los profesores, mientras que la asociación aporta la cerámica que los chicos cuecen y pintan. Unos trabajos, según explica la presidenta de la entidad Pérez Marina, que los niños venden por la mañana en el rastrillo.
El objetivo de la asociación es poder ir más allá y montar una ludoteca y un taller de música, pero para eso necesitan más dinero, porque aunque la Diputación este año nos ha dado 1.500 euros, el Ayuntamiento nos ayuda y con el rastrillo, la merienda y las rifas también obtenemos ingresos, no es suficiente para poder realizar más actividades. Además, este año queremos llevar a los niños de viaje para que duerman en un hotel.
Los voluntarios de la asociación, sólo unos 10 fijos, no se cansan de ayudar al prójimo y ya están preparando la tradicional visita de Navidad que realizan a la residencia de mayores de la localidad.
