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Mercado invernal: opción de dos caras

El Sevilla maneja otra vez la posibilidad de reforzarse ahora. Con Monchi en la dirección deportiva fue habitual. Hubo éxitos... y dolores de cabeza.

el 21 dic 2014 / 11:47 h.

Alves_Adriano_Cazalla Alves y Adriano disputan un balón durante un entrenamiento del Sevilla en la temporada 2005-06. Foto: Paco Cazalla. El mercado invernal ultima su apertura. Son muchos los clubes que aguardan ese día por la posibilidad que se les brinda de mejorar sus plantillas, corregir carencias o aprovechar las denominadas oportunidades de mercado. El margen de maniobra, sin embargo, se ha visto reducido en los últimos tiempos por la crisis. Además, muchos clubes se decantan por firmar cesiones en lugar de traspasos. El Sevilla no es ajeno a ello. Con Monchi al frente de la dirección deportiva lo habitual ha sido fichar. Unas veces, la decisión dio excelentes resultados; otras, dolores de cabeza. Ahora, después del alto hecho el pasado año tras cuatro temporadas consecutivas firmando operaciones, el club vuelve a abrir sus puertas. Beto y Stevanovic fueron, en la 2012/13, sus últimos refuerzos invernales. La experiencia ha dado para mucho: desde jóvenes cuya progresión invitaba a creer en ellos a jugadores con una trayectoria detrás; desde Daniel Alves –llegó siendo un desconocido y hoy en día es una superestrella– al griego Machlas o el uruguayo Magallanes, pasando por Escudé, Rakitic o Gary Medel. El primer refuerzo invernal de Monchi fue Rubén Vega. Llegó en la campaña 2000/01 procedente de la Real, con el Sevilla en Segunda. Jugó tres partidos y se decidió no ejecutar la opción de compra. Mejor rendimiento dio el de la 2001/02: Gerardo Torrado. El centrocampista internacional mexicano ayudó más, si bien sólo jugó 22 encuentros en tres campañas. En el curso 2002/03 llegaría el que a la postre ha sido uno de los fichajes más valiosos de la historia del Sevilla: Daniel Alves. Pagó por él 500.000 dólares al Bahía. Todo lo que se pueda decir de esta operación está dicho, por rendimiento deportivo –clave en la conquista de los títulos– y económico –unos 40 millones–. Esa misma temporada también aterrizó Machlas, delantero cedido por el Ajax. Dos goles en 14 partidos. Tampoco triunfó Magallanes (2003/04). El mediapunta uruguayo apadrinado por Paco Casal estaba sin equipo tras haber pasado sin éxito por el Real Madrid. Jugó 23 minutos en dos partidos. El siguiente en llegar fue Adriano. Costó 2,5 millones, siendo un desconocido, aunque no tardó en demostrar su nivel. Fue pieza clave en el Sevilla de los títulos. También resultó exitosa la apuesta invernal de la temporada 2005/06: Julien Escudé. El Sevilla pagó 1,5 millones por el internacional francés, un jugador que dejó huella con su gran aportación sobre el césped y fuera del mismo. Aleksandr Kerzhakov sería el refuerzo invernal del mágico curso 2006/07. El club de Nervión desembolsó 5 millones por él. Jugó 41 partidos y marcó 11 goles. Invirtiendo en  el futuro No hubo fichajes invernales en las campañas 2007/08 y 2008/09 destinados al primer equipo, pero sí operaciones de futuro como la incorporación de Federico Fazio. La idea de reforzarse en invierno se retomaría en la 2009/10. Llegó Stankevicius, cedido, aunque duró poco. Mucho más éxito tuvieron las dos siguientes operaciones invernales: Gary Medel y Rakitic. El Sevilla pagó 3 millones por el 50% de los derechos del chileno y 1,5 por el croata en la 2010/11. En la 2011/12 llegaron Reyes, Cala, Babá y Javi Hervás, si bien éste último continuó cedido en el Córdoba. Y, por último, Beto y Stevanovic, en el curso 2012/13. Ahora, tras un año sin refuerzos invernales, el Sevilla contempla otra vez es opción. ¿Tendrá éxito?

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