Mercasevilla sigue intentando cuadrar sus cuentas, aunque, de momento, estas siguen en negativo. La sociedad que gestiona la central de abastos cerró el año pasado con pérdidas de 3,6 millones. La cantidad, pese a ser elevada, no preocupa al delegado de Economía, Empleo, Turismo y Fiestas Mayores, Gregorio Serrano, que ya contaba en sus previsiones acabar el año 2013 con perdidas, incluso más cuantiosas debido, según explicó, «al montante destinado a las indemnizaciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE)», que redujo la plantilla de 189 a 25 trabajadores. De hecho, el Plan de Viabilidad, aprobado en julio por el consejo de administración de Mercasevilla, preveía pérdidas de 4,3 millones de euros al cierre del ejercicio 2013, 700.000 euros más que lo reflejado en las cuentas. «Estas cuentas vienen contaminadas por el último ERE», manifestó.
Serrano, que defendió la aplicación delERE en que había que «preservar la actividad» de las 200 empresas que operan en la lonja y que generaron una actividad de 306.425 toneladas y 445 millones de volumen de negocio en 2013, aportó argumentos para defender un cambio de rumbo en las cuentas. El primero fue la reducción en 5,3 millones de euros del pasivo en tres años de 24,4 a 19,1 millones entre 2010 y 2013. El segundo se centró en recalcar que la sociedad «no tiene deudas con los bancos», aclarando que incluso la póliza, solicitada en diciembre de 2011 para abonar las nóminas de diciembre de aquel año, ya ha sido abonada en su totalidad.
Con esas pautas, el también presidente de Mercasevilla trasladó que se han marcando los pasos para que sea una empresa «solvente y viable» y, para ello, auguró que las cuentas de 2014 serán «equilibradas» e incluso pueden tener un desviación en positivo que, de producirse finalmente, iría directamente a «las mejoras y el mantenimiento de la unidad de alimentación» para que sea «mucho más eficiente».
Serrano aprovechó para indicar que «el saneamiento de las cuentas» ha ido aparejada con obras de reparaciones y mejoras por 435.701 euros en el periodo 2012-2013. Este montante, que proviene de mejoras en la gestión, como la reducción del consumo de agua o el IBI», se empleó en sistema de videovigilancia, carteles «adaptados al sigloXXI», obras de saneamiento de agua, reorganización de aparcamientos en las naves del pescado, la primera fase de reparación de suelos del mercado de pescados, el arreglo de cubiertas por incendio de la nave III de frutas y hortalizas o la ampliación de la zona del Banco de Alimentos, entre otros servicios.
