Cultura

'Mi deseo es que las próximas vacantes las cubran mujeres'

Este historiador sevillano abrió el pasado viernes su primer curso como director de la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras. La salida a la sociedad y la incorporación de la mujer son sus principales retos. Foto: J.D.

el 15 sep 2009 / 16:20 h.

Este historiador sevillano abrió el pasado viernes su primer curso como director de la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras. La salida a la sociedad y la incorporación de la mujer son sus principales retos.

-Es usted un historiador en una academia de Buenas Letras, que sustituye, además, a un profesor de literatura. ¿Qué puede aportar de nuevo su perfil?

-Nuestra institución centra muchos saberes. Tenemos juristas, creadores, historiadores del arte, americanistas y hasta periodistas, la nueva ciencia. Ser director de esta academia es una enorme responsabilidad, y lo primero es mantenerla como una de las más prestigiosas a nivel nacional.

-¿Y puede ser una vuelta a sus orígenes? Esta institución estuvo en sus inicios muy vinculada a la Real Academia de la Historia.

-Sí, de ahí la marcada orientación historicista de sus investigaciones, centradas en el estudio del pasado sevillano y andaluz. De hecho, mi discurso de ingreso, sobre Alfonso X El Sabio y Sevilla, iba en esa línea.

-Esta semana arranca oficialmente el curso. ¿Qué retos se plantea?

-Lo primero y fundamental que afronto como nuevo director de esta institución es que la academia no se salga de sus líneas marcadas y de su intención fundacional, que es su preocupación y estudio de la historia de Sevilla y Andalucía.

-¿Y nada previsto para hacer que la actividad de la academia revierta en la sociedad? Su aislamiento es una de las críticas más recurrentes que se hacen a estas instituciones.

-El único problema para ello es el presupuestario. Las academias no son autónomas, viven de subvenciones públicas y privadas. Aún así, este curso vendrá cargado de actividades, como la celebración de un curso el próximo mes de mayo sobre literatura y flamenco; el ciclo Sevilla lee, con la colaboración del Ayuntamiento y otras pequeñas ediciones. Además de esto, la academia es un ámbito de reivindicación y denuncia. Estoy convencido de que son tareas necesarias. Hay que estar presente en la ciudad.

-Sigamos con los tópicos: la escasísima presencia de mujeres en la academia.

-Eso va a cambiar y, de hecho, ya está cambiando. La academia sigue las mismas leyes de la sociedad. El predominio de la mujer es una constante en todas partes, y eso tendrá aquí su reflejo, sin forzarlo, como evolución natural.

-¿Y cómo está la situación ahora mismo?

-Hay dos vacantes que es absolutamente perentorio que se cubran en este primer trimestre de curso. Si de mí dependiera, serían mujeres las que entrarían, de las que tenemos varias candidaturas.

-¿Y hacia dónde se dirigen las academias en el siglo XXI?

-Pues no lo tengo muy claro. Por tradición, por función, tenemos una trayectoria marcada; si tuviéramos otra, habría que reformar la academia. En cualquier caso, esta casa debe no aislarse, estar atenta al aire que se respira y ser sensible a los problemas del ciudadano. Debemos pronunciarnos y meternos en los charcos que creemos que están dentro de nuestras competencias. Somos una institución que puede asesorar en muchas cosas. Eso nos da sentido y nos hace útiles. Me gustaría que la administración pública supiera aprovechar nuestro conocimiento.

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