Cultura

'Mi lenguaje es muy elemental, prefiero apañarme con pocas cosas'

Tiene un estilo misterioso, contenido, de un atractivo desapasionado... Como él mismo. José Miguel Pereñíguez (Sevilla, 1977) se estrena en la galería Rafael Ortiz con un conjunto de dibujos al carbón soportados por una gran carga intelectual. "Me han absorbido, no he podido hacer otra cosa en los últimos cinco meses", confiesa. Foto: Antonio Acedo

el 15 sep 2009 / 20:56 h.

Tiene un estilo misterioso, contenido, de un atractivo desapasionado... Como él mismo. José Miguel Pereñíguez (Sevilla, 1977) se estrena en la galería Rafael Ortiz con un conjunto de dibujos al carbón soportados por una gran carga intelectual. "Me han absorbido, no he podido hacer otra cosa en los últimos cinco meses", confiesa.

Heredero, según confesión propia, del arte conceptual de los años 70 y del primer Minimalismo, Pereñíguez se muestra como un artista apegado al mundo de las ideas. Con una obra muy pensada, de proceso "muy lento", tanto por su concepción intelectual como por la ejecución, el joven artista sevillano da un salto cualitativo en su aún incipiente carrera con su primera exposición individual en la galería Rafael Ortiz, el espacio artístico en manos privadas con más prestigio de la ciudad.

Presencia de ánimo es el título elegido para su última propuesta, un conjunto de cinco obras -una de ellas es una serie de diez cuadros - en las que sigue ahondando en las posibilidades del dibujo al carbón sobre cartón, que realiza en blanco y negro, sin concesiones. "Trabajo con un lenguaje elemental, prefiero apañarme con pocas cosas que tener a mi alrededor más medios, como los que son necesarios para la pintura, donde entran muchas más variables en juego que en el dibujo", explica el artista que, a pesar de contar con un lenguaje tan personal y reconocible a sus poco más de 30 años, admite que su elección es "una cuestión más accidental que de convicciones". "Uno adquiere unas rutinas y le es muy difícil salirse de eso", insiste el autor, que sitúa sus referentes lejos de las artes plásticas y más cerca de la música, de la literatura y el teatro. "Me interesan cosas que no tienen que ver con mi trabajo pero que me alimentan. Que lo que me dé la pista para trabajar venga de fuera de la pintura. El recorrido es mucho más corto si la referencia son siempre las artes plásticas", explica Pereñíguez.

Así, con un hilo narrativo que ha situado su obra dibujística en los lugares en tránsito y el tiempo retenido, el artista da un paso más en esta exposición que habla de "la ilusión del movimiento".

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