Michael Nyqvist vuelve a enfundarse en la piel del periodista Mikael Blomkvist en la última entrega de la versión cinematográfica de la trilogía Millenium. Tras el agónico final de la segunda entrega, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, la tensión se dispara en un filme cuyos tintes dramáticos cobran todavía más relevancia que en sus predecesores.
En La reina en el palacio de las corrientes de aire también reaparece la actriz Noomi Rapace en el papel de Lisbeth Salander, una experta hacker muy inteligente y con un don que utiliza cada vez que se hace necesario: tiene una memoria fotográfica. Por contra, su escasa habilidad para las relaciones sociales le volverá, una vez más, a pasar una factura muy grave.
De nuevo se pone de moda la historia basada en las novelas del periodista sueco Stieg Larrson en esta entrega, dirigida por Daniel Alfredson, en la que Salander planea su venganza contra el hombre que trató de matarla y contra las instituciones gubernamentales que casi consiguen destruir su vida. Después de haber recibido un balazo en la cabeza, la pirata informática está bajo cuidados intesivos y a la espera de ser juzgada por tres asesinatos en cuanto los médicos le den el alta.
Con la ayuda del periodista Mikael Blomkvist y sus investigadores de la revista Millenium, de ahí el nombre de la saga, Salander tendrá no sólo que probar su inocencia, sino que también deberá identificar y denunciar a los políticos cuya corrupción convirtió a personas normales y corrientes en víctimas de abusos y violencia.
En contra de lo que ocurre con la primera de las películas de la saga, que tiene entidad dramática y un final propios, para ver el desenlace de la saga Millenium es imprescindible haber visto las entregas anteriores, ya que de lo contrario no se comprende lo que ocurre en la pantalla.El escritor sueco del que parte esta trama de intriga, Stieg Larsson, falleció en el año 2004, por lo que nunca vivió el éxito de sus obras, que ha sido póstumo.
Con la novela negra ha cosechado una gran cantidad de premios y menciones de honor, pero, sobre todo, ha tenido una gran acogida entre el gran público. Así, la novela homónima en la que se basa esta película ha conseguido vender más de 21 millones de copias en más de 40 países diferentes, de los cuales más de tres millones se vendieron en Suecia, cifra muy aproximada al número de ejemplares que se han vendido en España, seguida de Francia, con justo tres millones.
